3.7.15 La crítica literaria desplegada por Aurelio Mitjans (1863 – 1889)


Aurelio Mitjans se graduó en Cuba de Derecho Civil y Canónico. Aunque incursionó en la poesía, fue sobre todo un precursor de los estudios literarios dentro de la Isla, a pesar del breve lapso en que vivió y de los problemas de salud que lo aquejaron. Compartió afinidades personales y literarias con Ramón Meza, Manuel de la Cruz y Julián del Casal, entre otros hombres de letras de su tiempo.

La obra fundamental que se le debe es “Estudio sobre el movimiento científico y literario de Cuba”, publicado póstumamente en 1890, que constituye el primer aporte historiográfico sobre la literatura gestada en la Isla hasta 1868. Anteriormente, en 1887, había dado a la luz “Estudios literarios”, contentivo de los textos “Estudio sobre José Jacinto Milanés”, “Del teatro bufo y de la necesidad de reemplazarlo fomentando la buena comedia”, “De la Avellaneda y sus obras” y “Caracteres de la literatura en los últimos cincuenta años”.

Los textos dedicados a Milanés y la Avellaneda abordan con solidez argumentativa, alejada del regodeo encomiástico, los aciertos y desaciertos que recorren la obra lírica de estos poetas. A la vez, va trazando una panorámica con óptica crítica del movimiento romántico dentro y fuera de la Isla, rastreando su génesis en Alemania, Francia e Inglaterra.

Su perspectiva teátrica fue categóricamente condenatoria del género bufo, con lo cual apunta su colimador crítico también hacia la raíz popular de este y otras manifestaciones artísticas, abogando implícitamente por el desarrollo de una hilaridad sustentada en la “alta cultura” y con un excesivo pulimiento del estilo, conducente a la postre a la pérdida de la espontaneidad creativa. Sus juicios constituyen la antítesis de las ideas que el escritor ruso León Tolstoi plasmaría 8 años después en su texto igualmente radical “¿Qué es el arte?”.

Resulta contradictoria esta posición estética de Mitjans en relación a su filiación independentista, pues con ello está relegando lo autóctono a un plano sub artístico, lo cual puede estar influido por su estancia en España y el contacto intelectual con la historia y los postulados de la crítica literaria hispana y sus ideales estéticos, sin obviar que sus textos revelan influencias francesas y de los cánones imperantes en Europa.

Muchos de sus textos fueron premiados en certámenes de la época: fue galardonado en los juegos florales de la Colla de Sant Mus y obtuvo medalla de oro del Círculo de Abogados de la Habana, por “De la Avellaneda y sus obras” y “Caracteres dominantes en la literatura en los últimos 50 años”, respectivamente. Textos suyos fueron publicados en “La Habana elegante”, “El Fígaro” y “Revista Cubana”, entre otras.

El pintor Jorge Arche Silva (1905 – 1956), sus aportes a las Artes Plásticas cubanas
La obra plástica de Enrique Caravia y Montenegro (1905 – 1992)
Wilfredo Oscar de la Concepción Lam y Castillo (1902 – 1982), la trascendencia de su obra plástica
El escultor Teodoro Ramos Blanco (1902 – 1972), su obra
La obra plástica de Gumersindo Barea y García (1901 – ?)
El pintor Carlos Enríquez Gómez (1900 – 1957), un exponente imprescindible de las artes plásticas cubanas
La obra del escultor Juan José Sicre y Vélez (1898 – ?)
La obra del pintor y arquitecto Augusto García Menocal y Córdova (1899 – ?)