4.1.1.19.5 “Historia tan natural”, 1970 y “Tarot de la poesía”, 1971- 1972, de Félix Pita Rodríguez


En los poemarios “Historia tan natural” y “Tarot de la poesía” Félix Pita Rodríguez recupera las potencialidades expresivas que había ya realizado en la etapa de la República; pero sin abandonar el nexo que había establecido con las vibraciones sociales de su tiempo. La subjetividad del poeta se enriquece con estas motivaciones, las cuales se imbrican con su poética de lo inconsciente y un humor de nuevos matices.
Sin embargo estos poemas aparecen más anclados en lo vivencial, con cierto tono coloquial, que pone en evidencia un sujeto lírico en diálogo con su circunstancia, inmerso a veces en un sensualismo que busca fundirse en la naturaleza y hallar en ella su raíz, sobre todo los que integran el cuaderno de “Historia tan natural”, de un sentido filogenético transpuesto a lo lírico.

En esta obra lo puramente literario constituye tema de recreación, en cuyo entramado el autor se sumerge en busca de tópicos, personajes, autores, que entremezcla para plasmar su particular sensibilidad, de viejos asideros pero renovada en el contexto insular, de un surrealismo más diluido y con el humor que ha adoptado cada vez más en su hueso el cariz criollo.

La llamada ironía sentimental, afín a la poética de José Zacarías Tallet, emerge desde lo profundo de la cosmovisión de Félix Pita, sobre todo en cuanto al tópico de la muerte y la rebeldía inmanente del poeta ante la perspectiva de la anulación del yo, como trasluce este poema que forma parte de “Tarot de la poesía”:

“Yo no quisiera morir
cuando ya de mi vivir
la mochila esté vacía.
De aquí no me quiero ir
por dentro deshabitado,
ya sin buscar ni querer,
junto a una puerta cerrada
dormitando.

Quiero irme con hambre y sed,
aun queriendo y deseando.
Que cuando venga me encuentre
por un camino vagando,
con el cigarro en la boca,
los zapatos en los pies,
algo buscando.

No la quiero recibir
Como un consuelo esperando
suspirando.

Que yo me quiero morir
con la muerte por mi vida
peleando.”

En estos últimos textos Félix Pita Rodríguez alcanza a concretar una poética alentada por la sabiduría popular, pero fruto de una aprehensión auténtica de la realidad, para la cual se sirve de corrientes líricas diversas y muestra la asimilación de distintos modelos literarios, entre ellos el tan universal de Antonio Machado.

El poeta culmina aquí una trayectoria muy fructífera, en la cual ha sabido conjugar el ambiente poético de su momento –desde que despuntó como vanguardista en los años de auge de este movimiento hasta su incursión en lo social en el período de efervescencia revolucionaria- con sus propias inquietudes éticas y estéticas, cuyo legado es resultado de una de las voces más originales de nuestro concierto poético.

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