4.1.2.10.7 La obra ensayística de Fina García Marruz (1923 – )


La labor ensayística de Fina García Marruz se adentró en el meollo de la poesía como abstracción y también en la obra de muchos creadores de su tiempo, como Octavio Smith, Arístides Fernández, la escritora argentina Silvina Ocampo y otros que aunque no hayan ocupado un lugar cimero en la tradición nacional, contribuyeron a conformar el panorama lírico y editorial de la época.

Con respecto a su texto sobre Silvina Ocampo, titulado “Nota sobre “Espacios métricos” Silvina Ocampo. Ediciones “Sur”.., Fina no solo se refiere al entonces reciente libro de la autora y a su poética, sino que expresa consideraciones en torno a la poesía como cuerpo del texto y no mera abstracción intelectual:

“Solo metafóricamente podemos decir que la poesía es lo inefable. Poesía es siempre lo que se habla, lo que se ha podido decir de lo indecible. Pero la poesía pone ser allí donde la crítica puede solo señalar cualidades, de aquí que podemos hablar de lo poético que es un libro, de la medida en que lo es, pero no sustituir su lectura hablando de la poesía misma”

Sus ensayos tienden asimismo a expresar la propia poética de Fina, los criterios estéticos y filosóficos que configuran los cimientos del andamiaje de sus obras; aunque ha insistido siempre en el carácter no deliberado de esta y en el peso fundamental de lo vital tras las palabras, por sobre la retórica huera de artificios verbales desustanciados.

Su ensayo “Lo exterior en la poesía”, publicado en Orígenes en el año 1947, contiene algunas claves de su pensamiento en esta materia, a la cual le ha consagrado la vida. Más allá de lo poético, se adentra en el ámbito filosófico al abordar lo exterior en tanto realidad circundante, a la cual el poeta está ligado de una manera que no es la ajenidad del clasicismo ni tampoco la interiorización romántica, polos de objetividad y subjetividad, sino un sentido religioso, de re-ligar, tal como supone la etimología del término “religión”.

Afirma en este ensayo como esencia: “el centro mismo de toda búsqueda poética: descubrir la liturgia de lo real, la realidad pero en su extremo de mayor visibilidad, que es también el de su escape eterno”.

Aquí se aprecia que la poesía de Fina no está precisamente ligada a una finalidad estética, a no ser que se entienda como bello lo verdadero y así se manifiesta en su vinculación con lo circundante, una realidad que para ella es multidimensional, no reductible al concepto de lo social y en este sentido no cultivó esta vertiente de poesía, aunque tampoco se mantuvo al margen, ejerciendo su particular óptica de los nexos entre poesía y realidad.

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