4.1.2.9.9 La obra poética de Cintio Vitier (1921 – 2009) después del triunfo de la Revolución en 1959


Tras el triunfo de la Revolución cuajaron en la poética de Cintio Vitier gérmenes de pensamiento y contenidos para su expresión lírica que ya se habían manifestado en la etapa anterior, si antes como oquedad de significado ahora como plenitud realizada en que lo histórico y lo poético coincidieron en un esplendor que ensanchó las fronteras de lo posible para la nación cubana.

En esta etapa se desarrolló aunque no de modo lineal lo que muchos han dado en llamar su poética afirmativa, de consonancia con su medio social y anuencia de lo que acontecía y que venía a llenar el vacío de su experiencia anterior de la realidad. Su consustancial lirismo se nutrió entonces de una experiencia colectiva y adquirió un sentido que rebasaba la mera escritura.

Se integró con naturalidad al parnaso joven que cantó las tragedias y las glorias revolucionarias, estro avivado por su fervor católico que contribuyó al sentido humanista desde el cual configura sus versos. Sin embargo no constituyó mero espejo de la alegría del nuevo advenimiento sino que sus textos tienen también una matriz polémica, un dilema ético que encuentra a través de la poesía su cauce de expresión.

De estos poemas de lo colectivo vibrátil; pero con particulares fibras es el dedicado al héroe de Yaguajay y titulado precisamente “Camilo Cienfuegos”, en el que a lo auténtico del sentimiento de pérdida irreparable se une un ahondamiento lírico en las raíces de la Isla y a la vez de esta en el orden universal que incluye la dimensión del tiempo y de lo mítico:

“Esos montes, esos cayos, esos jardines son
tu ausencia
¡Oh joven héroe arrebatado por los dioses,
palmo a palmo ha crecido tu hondo rapto
y ya tiene el tamaño de la isla,
el sabor de nuestro aire y nuestro mar!

Iremos por las playas caminando entre tus
dedos,
Escalaremos las montañas recordando tu
rostro.
No surcaremos las olas, sino tu ardiente pecho”

Uno de los poemario más representativo de esta etapa, excluyendo el ya analizado de “Escrito y cantado”, es “Testimonios”, que incluye algunos poemas ya publicados y otros nuevos, del lapso de 1953 – 1968, en cierta medida todo el proceso de luchas revolucionarias y su institucionalización. En el mismo se aprecia también el sentido de la poesía como baluarte de resistencia y patriótico asidero.

El pintor Jorge Arche Silva (1905 – 1956), sus aportes a las Artes Plásticas cubanas
La obra plástica de Enrique Caravia y Montenegro (1905 – 1992)
Wilfredo Oscar de la Concepción Lam y Castillo (1902 – 1982), la trascendencia de su obra plástica
El escultor Teodoro Ramos Blanco (1902 – 1972), su obra
La obra plástica de Gumersindo Barea y García (1901 – ?)
El pintor Carlos Enríquez Gómez (1900 – 1957), un exponente imprescindible de las artes plásticas cubanas
La obra del escultor Juan José Sicre y Vélez (1898 – ?)
La obra del pintor y arquitecto Augusto García Menocal y Córdova (1899 – ?)