5.7 Coliseo. Primer edificio teatral cubano erigido en el Siglo XVIII.


El Coliseo, es la primera edificación erigida en La Habana y en Cuba con el fin de brindar representaciones teatrales, por tanto es el primer teatro cubano. Abrió sus puertas el 20 de enero del año 1775; ubicado frente a la Alameda de Paula, inaugurada por esas fechas, y entre las calles Acosta, Oficios y Luz (donde hoy en día confluyen las calles de Oficios y Luz en La Habana Vieja).

La iniciativa de la creación de este teatro fue del Marqués de la Torre, quien en vistas de que la ciudad necesitaba un lugar que tuviera las condiciones necesarias para este arte, logró congregar el 2 de julio de 1773 a los comerciantes más importantes y a las principales personalidades de La Habana, con el objetivo de recaudar fondos para la construcción de este espacio. De la Torre expresó ene esa reunión que ese dinero se les devolvería mediante las ganancias que tendría el teatro.

Al poco tiempo se empezaron las obras dirigidas por el arquitecto habanero Antonio Fernández Trebejo, dando lugar más tarde, en 1775 al Coliseo de la Habana; una edificación de mampostería y madera. Fue apreciado por todos los extranjeros que lo visitaron, los cuales lo clasificaban como magnífico.

El mismo año de la apertura de este teatro, exactamente el 12 de octubre, ocurrió en el mismo un hecho trascendental que pasaría a la historia del teatro en Cuba, se efectuó por primera vez la presentación de una ópera en la Isla. Didone abbandonata, obra que contó con el libreto de Metastasio y la música de autor desconocido.

Las funciones eran los domingos, durante ellas se mostraba un programa compuesto tanto por compañías españolas y extranjeras de paso por la ciudad, como por músicos y actores cubanos. Su mayor auge fue entre los años 1880 y 1883, según las notas de la villa que han llegado hasta la actualidad.

Gracias a estudios que se han realizado a la historia del teatro en México hemos podido encontrar algunos relatos acerca de los artistas que trabajaron en el Coliseo de La Habana.

Según estudios efectuados por especialistas, hallamos que en las postrimerías de la década de 1770 trabajaba en este la primera dama Antonia de San Martín, quien después se integró a la Compañía del Real Coliseo de la capital de la entonces Nueva España. Esta era integrante de la compañía habanera y fue una destacada actriz de la época y sus actuaciones eran grandes éxitos de taquilla en Cuba en el Siglo XVIII.

Posteriormente en 1785, una familia de bailarines italianos (Gerolamo Marani y Teresa Pier Antoni con sus cuatro hijos) llegó al país y se asume que se presentaron en el Coliseo durante un año. Marani o Gerónimo, como fue conocido en América, era coreógrafo y primer bailarín; junto a su esposa y dos de sus hijos actuó en este teatro cubano desde el año 1785 y hasta 1786, fecha en la que marchó hacia México.

En 1788, se encontraba en mal estado y por órdenes del Cabildo habanero se cerró por primera vez; fue entonces reparado y ampliado, y su interior era completamente de madera. Ya en la década de los noventa aparecen reseñas en los periódicos en las cuales se hacen referencias al Coliseo. Ejemplo de ello lo constituye el primer número del Papel Periódico de La Habana del año 1790, donde en una crónica de una compañía española que actuaba constantemente en el mismo.

En noviembre del año siguiente se llevó a la escena la zarzuela, El alcalde de Mairena, de Joseph Fallótico; esta fue la primera representación en el archipiélago cubano de una zarzuela.

A los trece años de haberse inaugurado, el Coliseo fue cerrado por hallarse en ruinas. Se efectuó en él una reparación y posteriormente en el año 1803, reabrió bajo el nombre de El Principal. Acerca de este se dice que era superior en cuanto a lujos y condiciones que los teatros de Estados Unidos. En él tuvo lugar una intensa vida teatral, hasta que en 1846 quedó devastado por los azotes de un ciclón.

También se sumaron a esta lista de artistas las hermanas Josefa y Bárbara González, figuras que eran denominadas como las habaneras, quienes al primer cierre del Coliseo marcharon hacia México. El español Fernando Gavila, primer actor y dramaturgo, quien laboró en este espacio teatral cubano a finales del Siglo XVIII como parte de la compañía habanera. Es considerado uno de lo primeros galanes del teatro habanero.

En el mismo se presentaron numerosas obras de variados géneros y diversos artistas, entre ellas tragedias, comedias, pequeñas óperas, bailarines, maromeros, sombras chinescas, autómatas, entremeses y tonadillas.

El Coliseo, uno de los grandes aportes que realizó en La Habana el Capitán General Marqués de la Torre, se convirtió en uno de los espacios teatrales más trascendentales dentro del ámbito teatral de La Habana del Siglo XVIII.

El pintor Jorge Arche Silva (1905 – 1956), sus aportes a las Artes Plásticas cubanas
La obra plástica de Enrique Caravia y Montenegro (1905 – 1992)
Wilfredo Oscar de la Concepción Lam y Castillo (1902 – 1982), la trascendencia de su obra plástica
El escultor Teodoro Ramos Blanco (1902 – 1972), su obra
La obra plástica de Gumersindo Barea y García (1901 – ?)
El pintor Carlos Enríquez Gómez (1900 – 1957), un exponente imprescindible de las artes plásticas cubanas
La obra del escultor Juan José Sicre y Vélez (1898 – ?)
La obra del pintor y arquitecto Augusto García Menocal y Córdova (1899 – ?)