9.2.4 El Danzonete.


El Danzonete fue un género musical creado por el músico Aniceto Díaz, causó una gran explosión en el año 1929. Surge en un momento en que el Danzón estaba pereciendo. El primer Danzonete se tituló Rompiendo la rutina y se estrenó el 8 de junio de 1929 en el Casino Español de Matanzas. Para sorpresa del público, en el danzonete destacaba la interpretación del cantante solista y el estribillo, que era casi una guaracha, muy gustoso a la hora de bailarlo.

Surge como una nueva forma dentro de la música bailable cubana. Esta nueva representación partió de elementos fundamentales del Danzón, con la incorporación de elementos del Son, lo cual permitía una novedad rítmica sin interrupción. Era interpretado por la Charanga Francesa. Aniceto Díaz, según explicó en la época, no se propuso estructurar un nuevo baile sino que partió de los elementos fundacionales del Danzón que tan bien conocía, haciendo una variante de ese ritmo cuando le incorporó elementos del Son.
El musicólogo Raúl Martínez expone que el Danzonete está escrito en la métrica de 2/4 y con un aire, señalado por su autor, de que se debe ejecutar como el tiempo de Danzón, despacio. Su estructura se compone de cuatro partes: primera (introducción), segunda (tríos), tercera (estribillos), y cuarta (final) o coda. En cada una de ellas el compositor señala las principales entradas de los instrumentos musicales que intervienen en la orquestación, como son los violines, el cornetín, el trombón, el clarinete, las maracas, las claves y los cantantes.
A partir de su presentación pública, la orquesta de Aniceto ganó rápida fama. Cada día surgían nuevos compromisos en salones y sociedades matanceras. En noviembre de 1925 actuaron en la inauguración de la Radioemisora PWX de Matanzas y meses después en la Cuban Telephone, en Ciudad de la Habana.
El Danzonete alcanzó fama en la Mayor de las Antillas entre 1930 y 1932. Durante esos dos años fue el fundamento musical de una revista que se presentó en el famoso Teatro Martí de La Habana. Otras orquestas, como la de Gerardo Pérez, incluyeron el ritmo en su repertorio.

Este género matancero aunque tuvo una vida efímera, alcanzó una fama notable en la Radio y la Televisión cubanas y en el mundo de la discografía gracias a su fiel intérprete Paulina Álvarez, de prodigiosa voz, a la que el pueblo bautizó como La Reina del Danzonete.

Con el arribo del Danzonete a la música cubana, los cantantes toman el protagonismo en las agrupaciones de este período. Se ponen de moda voces como Pablo Quevedo, Fernando Collazo, Barbarito Diez, Joseíto Fernández, Alberto Aroche, Abelardo Barroso y la emperatriz del danzonete, Paulina Álvarez.

Estribillo:
Danzonete,
Prueba y vete
Yo quiero bailar contigo
Al compás del danzonete

El pintor Jorge Arche Silva (1905 – 1956), sus aportes a las Artes Plásticas cubanas
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