La Trova Tradicional es un género musical netamente cubano, surge en el último tercio del Siglo XIX. Nace en la zona oriental del nuestro archipiélago, en la provincia de Santiago de Cuba. La Trova se inserta de manera profunda en el Siglo XX musical cubano.

La Trova Tradicional cubana tiene sus antecedentes, y es heredera genuina de una costumbre universal. Data del siglo XI en el sur de la Francia medieval, momento en que aparecieron los primeros trovadores (conocidos en aquella época como “encontradores”). Los cuales eran poetas y músicos a la misma vez; también en ocasiones tocaban instrumentos de cuerdas; eran también cantantes, y hasta se podían encontrar algunos que realizaban todas las actividades mencionadas.

Es un género musical, que brotó como resultado de fusiones entre las músicas que sonaban en los cantos populares, con elementos de la música profesional. El mismo fue creado por músicos bohemios que interpretaban sus canciones acompañados por su guitarra.

En la Trova se evidencia un especial cuidado en cuento a la belleza y la limpieza de los textos, característica que presenta la canción romántica. Es interpretada fundamentalmente con guitarra, aunque también con otros cordófonos, los cuales junto a la voz del intérprete encuentran apoyo en los componentes tímbricos y armónicos. La Trova Tradicional se nutrió de distintos géneros musicales cubanos como son los boleros, las canciones, las guarachas y las habaneras.

José Sánchez (Pepe), maestro de trovadores, es considerado el padre de la canción trovadoresca cubana, constituye uno de los principales cultores de este género. Podemos afirmar que en el Siglo XX musical cubano es que surgen los más relevantes cultivadores del género, entre ellos se encuentran: Sindo Garay, Rosendo Ruiz, Alberto Villalón, Manuel Corona y Patricio Ballagas.

La Trova hacia la segunda y la tercera décadas del Siglo XX, entró en una fase de cierto estancamiento, debido a que coincidió con la incursión de nuevos ritmos y géneros en la música popular cubana hasta que otros cantautores establecerían un nuevo estilo basado en una poética coloquial e intimista y en soluciones armónicas cercanas al blues y el impresionismo. Este movimiento de la canción cubana es conocido como Feeling. A este le siguió en los años 70 el llamado Movimiento de la Nueva Trova, hecho a partir del cual la anterior modalidad trovadoresca, pasó a ser conocida por las nuevas generaciones como la vieja Trova, también llamada antigua o tradicional.

La Trova Tradicional se ha mantenido presente hasta hoy en la música cubana mediante el trabajo de músicos como Compay Segundo, Eliades Ochoa, Ibrahím Ferrer y Juan de Marcos González y el conocido fenómeno Buena Vista Social Club.