12.19.3 Beatriz Márquez
Beatriz Márquez Castro, es una de las voces más populares de la canción cubana; nació el 17 de febrero de 1952 en La Habana. Hija del prestigioso compositor e intérprete René Márquez.
Realizó sus estudios en el Conservatorio Amadeo Roldán (Rastro No. 1 y Espada. Centro Habana. La Habana) como discípula de los profesores Manuel Ochoa y Carmen Collado, y los culminó en la Escuela Nacional de Arte (ENA) (Calle 120 e/ 9na y 13, Cubanacán. Playa. La Habana) en la especialidad de dirección coral, con el profesor guatemalteco Oscar Vargas Romero.
Beatriz Márquez, inició su carrera artística en el año 1968. A fines de la década del 60 se incorporó al grupo Los Barbas. En ese mismo período cantó a dúo con Miguel Chávez, ganando una gran popularidad.
Desde joven se acerca a la Canción Romántica, al Feeling y al Bolero, y en estos largos años de carrera ha logrado incursionar con gracia en los mismos, interpretando temas de autores muy prolíferos como Marta Valdés, Juanito Márquez o Silvio Rodríguez.
El público la reconoce desde hace muchos años por el sobrenombre de La Musicalísima, la cantante le agradece profundamente a Orlando Quiroga que la haya bautizado de esa manera, pues como ella dijera, él supo conocer desde sus inicios las cualidades artísticas en su interpretación como cantante y pianista.
Beatriz Márquez es la artista que más ha cantado la obra musical del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, a quien conoció en los inicios de su carrera, a finales de la década del 60. En 1970 en un trabajo conjunto, surgió la idea de hacer un disco con temas de Almeida, el mismo alcanzó un éxito enorme en Cuba. Así se grabarían las canciones Es soledad y Mejor concluir. La destacada cantante, ha asegurado en varias ocasiones que es un gran orgullo para ella, que este gran hombre de la Revolución, haya pensado en su voz para interpretar sus canciones.
En 1971, con el espectáculo Ritmos de Cuba, visitó seis países exsocialistas; a su regreso, ofreció su primer recital en el Teatro Amadeo Roldán (Calzada y D, Vedado, Plaza de la Revolución. La Habana) repitiéndolo en el año 1974. En 1973 participa como invitada al Festival Orfeo de Oro, celebrado en Bulgaria; además este año realiza una gira por Rumanía; y en 1975 obtiene su primer gran triunfo fuera de Cuba con su participación en el Festival de Sopot. Posteriormente forma parte de la revista Otoño Dorado, en la antigua Unión Soviética.
Beatriz, en 1976 viaja a la República Popular de Angola con la orquesta de Elio Revé, y de allí se traslada a Venezuela para participar en el Festival de la Divina Pastora.
En el año 1978 gana el Gran Premio EGREM en su primera edición, con el disco Beatriz Márquez canta a Juan Almeida, y desde entonces su carrera discográfica acumula once fonogramas, además de varias presentaciones en Cuba y el exterior.
La Musicalísima, ha participado en varios concursos como el Concurso Adolfo Guzmán de Música Cubana, siendo una cantante dotada de grandes facultades, afinación absoluta y buen concepto de la interpretación, ha logrado grandes triunfos en su carrera.
En los inicios de los años 80, pocos solistas cubanos consiguieron como Beatriz Márquez establecer su carrera con un éxito tras otro. Da a conocer sus obras como compositora y graba nuevos discos. En los 90, realiza nuevas e importantes grabaciones, entre ellas, un CD con boleros antológicos, con el sello Caribe Productions; y otro con nuevas canciones de su autoría bajo el sello Bis Music. Realizó una serie de actuaciones en Venecia, Italia, con un espectáculo que incluía a Compay Segundo y otros artistas cubanos.
En el año 2010, la cantante cubana se presentó la noche del 31 de diciembre en un concierto en Salvatore Café & Wine en la zona de El Doral, en la cuidad de Miami, EEUU.; que repitió el 15 enero en el Hoy como ayer, de la Calle Ocho, expresando que lo más importante es que la invitada especial de su concierto fue su hija Evelyn García, residente en España.
Beatriz Márquez es de esos nombres imprescindibles en la música cubana; sin dudas, una de las mejores voces que hemos tenido la suerte de escuchar a plenitud durante todos estos años.