2.1.14.1 José Fornaris (1827 – 1890) y su obra “Cantos del Siboney”


José Fornaris, aunque no descolló por la calidad estética de sus obras ni por la hondura conceptual o sentimental, tiene entre sus méritos haber sido el autor del que muchos consideran el libro más importante de la vertiente poética nativista: “Cantos del Siboney”, que recibió muy buena acogida por el público, calificado incluso por Ambrosio Fornet como el primer best-seller cubano.

Su poética sigue el curso de la corriente romántica, la retórica artificiosa de la primera etapa, junto a una facilidad versal en ocasiones desustanciada, se percibe en las piezas poéticas de su creación; aunque eventualmente se despoja de estos elementos y alcanza una sencillez en la expresión más próxima a la segunda generación romántica.

Fue un poeta bastante prolífico y afortunado para anclar en el gusto popular, pero su acomodo a lo establecido en materia literaria, el acusado facilismo en la construcción versal y la poca profundidad en el análisis que precede a la síntesis lírica de los temas que abordó, muchos de ellos de interés social, no permiten calificarlo como un poeta mayor, aunque nunca está dicha la última palabra por la propia caducidad que tienen las “lentes estéticas” usadas para emitir juicios literarios.

Amén de estas consideraciones, en el entramado de su obra pueden encontrarse piezas que constituyen verdaderos oasis en la arena de la medianía:

“Ven, yo conozco en ignorada ruta
Bajo un follaje espléndido y umbroso,
Junto a las aguas de un raudal copioso
Una escondida gruta.
Aquí la calma y el misterio atraen,
Baja la luz por agrietadas bocas,
Y como perlas de las duras rocas
Límpidas gotas caen.
Tú que en las llamas de mis ojos ardes,
Tú que a mil mundos de esplendor me encumbras
Tú, siboneya que mi noche alumbras
Escúchame, no tardes.”

El erotismo eriza muchas de sus creaciones, en las que también ocupó un sitio la mujer y su posición de inferioridad en la sociedad, sin erigirse como decidido defensor de sus derechos. El propio hecho de haber cultivado la corriente nativista y su rescate del universo de los aborígenes como elemento configurador de lo cubano, ameritan su inclusión en el repertorio de nuestra literatura, valga citar la última estrofa de su poema “La musa” incluido en el libro mencionado:

“Si un nombre digno en tu Patria
Alcanzar tu lira intenta
Canta la historia sangrienta
De la aborígene grey.
Teje a los mártires indios
Una fúnebre corona,
El arpa vibra, y entona
Los “Cantos del siboney””

Como vector del poema late la idea de que el poeta debe buscar su musa en la realidad de su patria presente y pretérita. Es significativo como el siboneyismo de Fornaris, al remontarse a las raíces fundacionales de la nación, que parten de la dolorosa experiencia de la explotación y el trato realmente “salvaje” recibido por los aborígenes a manos de los conquistadores españoles, tributa al antiespañolismo y a la adopción de una posición política con la cual fue bastante consecuente a lo largo de su vida, sin dejar de sortear hábilmente contradicciones frontales y coyunturas conspirativas.

Puede rastrearse esta línea expresiva de denuncia en su obra, con la mención a los “mártires indios” y otro de sus poemas “A los mártires” que condena el fusilamiento de los estudiantes de medicina. Fornaris es uno de nuestros poetas olvidados, en cuya obra, aunque no alcanzó un puesto firme en la literatura cubana, destacan algunas piezas como cúspides, y esta es precursora en cuanto al rescate de la autoctonía.

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