2.1.15 Los “fondos poéticos” de la Isla, versificadores, poetas menores y ocasionales a partir de 1790


Aunque normalmente son las figuras más importantes las que quedan en la historia de la literatura, ello constituye solo la punta del iceberg en un proceso de cimentación literaria, debajo del cual están otros poetas quizás menores, a veces por la no tan alta calidad artística de sus trazados líricos, otras simplemente porque crearon pocas piezas o ellas se han perdido para los anales de la literatura; pero jugaron su papel en la cultura y como impulsores de la propia creación, también como agregados cuantitativos que coadyuvaron el surgimiento de una cualidad superior en otros poetas.

En este sentido, Roberto Manzano refiere: “…no se conoce bien una poesía nacional si no se ha andado morosamente entre los poetas menores, entrando con simpatía por todos los recodos y elevaciones del relieve. Ellos son la sazón derramada, el jardín secreto, la coordenada silenciosa que hay que lanzar para que nuestros círculos sean más vastos, como quien echa adelante su oikós avanzando simultáneamente en todos los puntos de la circunferencia”

En esta categoría, Manzano incluye al propio Ignacio Valdés Machuca, Felipe Poey, Federico Milanés, José Victoriano Betancourt, José Gonzalo Roldán, Tristán de Jesús Medina, Leopoldo Turla, Ramón de Palma –como poeta- Carlos Manuel de Céspedes, Miguel Teurbe Tolón, Pedro Santacilia, José Agustín Quintero, Francisco Sellén, Antonio Sellén, Catalina Rodríguez de Morales, Julia Pérez y Montes de Oca, Isaac Carrillo O’Farril, entre muchos otros

Los nombres citados, aunque la lista es más larga, pueden dar una idea de la asiduidad en el cultivo de la lírica en el país, y como la poesía no era “letra muerta”, aunque todo el universo metafórico colectivo acumulado no alcanzara todavía nivel para figurar en la literatura universal. Sirvan estos versos con el título de Preexistencia, de Francisco Sellén, prácticamente tomados al azar, para ilustrar que la elaboración de tópicos y la calidad versal no estaban ausentes en estos poetas, en este caso en torno al “deja vu”, tema de escaso tratamiento en nuestras letras:

“Yo he vivido otra vez -¿Dónde?- Lo ignoro,
¿Cómo? ¿Cuándo?- No sé, más yo he vivido.
Un misterioso acento, eco sonoro
De extinta voz, murmúralo a mi oído.

La imagen inconsciente de esa vida
Proyecta en mi una sombra en que me pierdo:
Y este pesar oculto que se anida
En el fondo del alma es su recuerdo”

Vale mencionar asimismo a Esteban Salas (1725 – 1803), más conocido por su trayectoria como compositor, alcanzó un grado de instrucción y cultura bastante alto para la época e impartió incluso disciplinas científicas en el ámbito académico. Los textos de sus autos sacramentales, aunque se conjetura que parte de ellos debieron ser redactados por Manuel María Pérez y Ramírez, tienen una orientación teológica fuerte y emplean mitos bíblicos, atendibles desde el punto de vista literario.

Personalidades de otras esferas también cultivaron la poesía, como el científico Tomás Romay (1764 – 1849), cuyos hallazgos estuvieron asociados fundamentalmente al ámbito de la medicina, participó en publicaciones periódicas y escribió algunos versos, faceta que por lo general se obvia en los estudios biográficos.

En esta etapa se desencadenó lo que la crítica ha dado en llamar “manía de versar” aludiendo a un supuesto exteriorismo en el cultivo de la poesía, sea esto cierto o no, lo que si es innegable es que todos los poetas, sea cual sea el rango estético que le haya adjudicado la posteridad, o quienes detentan el poder de colgar etiquetas en este sentido, contribuyeron en alguna medida a la configuración de una poética nacional, múltiple y a la vez surcada de vasos comunicantes que tienden a la unión.

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Título del punto: Fondos poéticos insulares, versificadores y poetas ocasionales

Descripción del punto: Los versificadores, poetas menores y ocasionales, son los que cimentan el camino de los poetas mayores que figuran en la literatura nacional, es indispensable conocerlos para tener una idea panorámica del cultivo de la poesía en Cuba en el siglo XIX.

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