3.1.5 La obra poética de Carlos Pío Uhrbach (1872 – 1897)
Carlos Pío Uhrbach a veces resulta más conocido por las exaltadas cartas que le remitiera su novia Juana Borrero que por su propia obra poética; sin embargo esta tuvo algunas peculiaridades dentro del modernismo, potentemente influida por la estética de Julián del Casal. En el poemario “Gemelas”, publicado de conjunto con su hermano Federico, se incluyen casi todas sus piezas.
Colaboró con algunos textos en “El Fígaro”, “la Habana elegante” y “Gris y azul”, y a su muerte dejó inédito un libro de cuentos, en el que aparecían algunas piezas narrativas de su hermano; sin embargo el género que más cultivó fue la poesía y en el que alcanzó algunos lauros a pesar de la brevedad de su vida.
Sus piezas tienen claras resonancias de la poética de Julián del Casal, sobre todo de su poemario “Nieve” inclinado, quizás inconscientemente, hacia la mímesis tanto en los motivos exóticos comunes al modernismo como en la peculiar sensibilidad casaliana.
El misticismo y el afán de pureza, como se señala en “Historia de la literatura cubana”, constituyen leitmotiv de su obra que la distinguen un tanto de la de Casal, sin embargo el hastío, quizás remedado no tanto de Casal sino de un espíritu de época que tuvo su influjo en ambos y en toda una generación de poetas, gravita sobre su obra, como en el soneto “Fotograbado espiritual”:
“Los eréctiles senos palpitantes
prodúcenme mortal hipocondría,
y crisposos espasmos de agonía
el contacto de labios abrasantes.
Solo en el ígneo fulgor de los diamantes,
de austero asceta la mirada fría,
de rimas triunfadoras la harmonía,
los pálidos jarrones deslumbrantes.
Del haschich visionario el espejismo,
del católico templo la honda calma,
de enferma luna la argentada aureola,
o el augusto sopor del misticismo;
evócanles deleites a mi alma
triste y hastiada, indiferente y sola”
El tema patriótico no aparece usualmente en sus versos, sin embargo se incorporó a la lucha y pereció en esta en 1897, con su muerte, aunada a la de Juana Borrero en 1896, José Martí en 1895 y Julián del Casal en 1893, se cierra la primera fase del ciclo modernista en la literatura cubana. Cintio Vitier consideró que fue uno de los discípulos más prometedores de Casal.