4.1.1.10.3 El texto poético “Nosotros”, 1926 – 1933, de Regino Pedroso


En este texto se realizan desde el punto de vista estético e ideológico las inquietudes que ya había expresado Regino Pedroso en su poema “Salutación fraterna al taller mecánico” y que incluye también en esta muestra, desde el punto de vista artístico el poemario tiene puntos importantes de contacto con el vanguardismo en cuanto al empleo del léxico y de recursos retóricos; pero su espíritu es más hondo en lo que respecta a la aprehensión de sus circunstancias, rebasando el mero rejuego verbal.

Desde el punto de vista ideológico el poemario expresa la posición política del autor, quien estaba conectado emocionalmente con el movimiento revolucionario, le insufla a su poesía un aliento temático prácticamente sin precedentes en la lírica cubana, mostrando su concepto de la función revolucionaria que debía de tener el arte y el artista.

El autor expresa en el prólogo su posición respecto a esta grave cuestión: “Creemos en la bondad del arte como manifestación suprema de la belleza; pero sólo comprendemos y justificamos su utilidad, su razón de eternidad, cuando tiende a reflejar e interpretar angustias, ensueños, anhelos e inquietudes de grandes conjuntos humanos”

En cierto modo Pedroso desdeña la estética del purismo con su intencional desvinculación de las contingencias nacionales, ese estarse en un orbe de solo palabras y arabescos verbales, de solo vacío; su poética constituye en ese sentido explícita propaganda revolucionaria, removida a fondo por la llama de la rebeldía nacional y dentro de ella el obrero como hacedor, en el lugar de dios, “sobre las máquinas”, en la fragua de una sociedad distinta.

En el texto se plasma asimismo una posición antiimperialista definida, pero no desde un análisis superfluo sino que su pensamiento está anclado en su coyuntura histórica, en un amplio conocimiento de los resortes políticos republicanos y la incidencia de estos en el status del hombre, sobre todo del sector proletario pero no deja de adentrarse en otros estratos sociales con un humanismo que rebasa los lindes de lo inmediato.

Aunque ya Pedroso había mostrado aciertos estéticos de consideración en sus primeras obras de naturaleza modernista, incluida su obra en la compilación de Félix Lizaso y José Antonio Fernández de Castro, titulada “La poesía moderna en Cuba (1882 – 1925)”; y desde el punto de vista político evidenciaba un ideario de avanzada; se aprecia que aun no había podido llevar con total dominio este tema a su poética, lo cual sin embargo iría consolidando a medida que pulía su registro lírico.

El pintor Jorge Arche Silva (1905 – 1956), sus aportes a las Artes Plásticas cubanas
La obra plástica de Enrique Caravia y Montenegro (1905 – 1992)
Wilfredo Oscar de la Concepción Lam y Castillo (1902 – 1982), la trascendencia de su obra plástica
El escultor Teodoro Ramos Blanco (1902 – 1972), su obra
La obra plástica de Gumersindo Barea y García (1901 – ?)
El pintor Carlos Enríquez Gómez (1900 – 1957), un exponente imprescindible de las artes plásticas cubanas
La obra del escultor Juan José Sicre y Vélez (1898 – ?)
La obra del pintor y arquitecto Augusto García Menocal y Córdova (1899 – ?)