4.1.1.19 Confluencias líricas en la poética de Félix Pita Rodríguez (1909 – 1990)


Félix Pita Rodríguez es uno de los poetas más sui géneris de la tradición nacional, ello porque fue quizás el único que participó de los hallazgos del surrealismo, sin que este dominara toda su poética. Debutó a temprana edad como poeta y directamente en la vanguardia, sin dejarse arrastrar por los remantes del modernismo que aún suscitaban en la Isla un arcaico culto.

Su incursión en la vanguardia estuvo signada por las típicas características de experimentación con el léxico y la estructura poemática, además de una tropología asociada al ámbito de lo citadino y lo maquinal que no lo distinguió esencialmente de otros poetas de la etapa, sin embargo ya sus piezas tenían cierto toque de humor en la aprehensión estética de la realidad que desarrollaría plenamente en etapas posteriores.

El poeta viajaría a París a finales de la década del 20 y allí se impregnaría de ciertos rasgos del surrealismo pero sobre todo los esenciales en cuanto a recreación de una atmósfera de irrealidad proveniente del inconsciente; sin asumir del todo un desbordamiento creativo que llegaba a descuidar las formas estéticas para traer al texto esa carga vivencial obliterada de la conciencia y que era el ser esencial del poeta, lo cual si se quiere constituye un intimismo más hondo pero sin deliberación.

Su poética parte de una discordancia entre sus ideales y la realidad del mundo, específicamente la de la República que fue la que padeció en carne propia, este sentido friccional determina una poética de evasión que busca más allá de los linderos de lo establecido un espacio de autenticidad, en que el ser pueda volcar todo su extrañamiento y su angustia, a lo cual se prestaba el surrealismo en cierto modo como poética de catarsis; aunque el autor no antepuso esta finalidad a la propiamente lírica, concomitando sobre todo con la vanguardia poética de cierto matiz social.

Después del Triunfo de la Revolución la lírica de Félix Pita se hace eco de la gran transformación colectiva que estaba teniendo lugar, para ello depone su vieja filiación y pone su voz al servicio de la causa revolucionaria y de los ímpetus colectivos, su poética entonces asume un tono enfático y encomiástico que la hace diluirse en el ámbito lírico de su entorno sin grandes hallazgos estéticos.

Sin embargo, la temática político – social contribuyó a fecundar su poética cuando ya se aposentaron las aguas revolucionarias, los textos de la última etapa de su vida muestran en este sentido una sustrato estético de alto rango, recorridos por una fina ironía y todavía testigos de inmersiones en lo inconsciente, más allá incluso de su propio ser al indagar en las determinaciones colectivas. El tema de la muerte está también presente desde una sorda protesta que proviene de estas pulsiones traídas a la conciencia y dotadas de notable aliento poético.

El pintor Jorge Arche Silva (1905 – 1956), sus aportes a las Artes Plásticas cubanas
La obra plástica de Enrique Caravia y Montenegro (1905 – 1992)
Wilfredo Oscar de la Concepción Lam y Castillo (1902 – 1982), la trascendencia de su obra plástica
El escultor Teodoro Ramos Blanco (1902 – 1972), su obra
La obra plástica de Gumersindo Barea y García (1901 – ?)
El pintor Carlos Enríquez Gómez (1900 – 1957), un exponente imprescindible de las artes plásticas cubanas
La obra del escultor Juan José Sicre y Vélez (1898 – ?)
La obra del pintor y arquitecto Augusto García Menocal y Córdova (1899 – ?)