4.1.1.22 La poética de Samuel Feijóo (1914-1992)
Samuel Feijóo fue uno de los poetas más prolíficos de la tradición nacional y uno de los más importantes del siglo XX; aunque su obra no es homogénea en cuanto a realización estética y gran parte de ella permanece aun sin estudiar en profundidad a causa de su propia extensión y de las complejidades que entraña compilar todas sus piezas, pues el autor frecuentemente publicaba distintas versiones de un mismo poema, bajo títulos distintos y también poemas diferentes con títulos homónimos.
El tema fundamental que se reitera a lo largo de toda su producción poética es el de la naturaleza, lo vernáculo, en general casi toda su simbología la extrae de ella o más bien se sumerge en ella no solo desde el punto de vista fruitivo sino intelectivo, pues lo natural le sugiere interesantes reflexiones, incluso una ética enraizada en la propia belleza de lo creado, cantada con palabras asimismo naturales.
En este sentido la obra poética de Feijóo engarza con el criollismo; aunque privilegió lo autóctono de la naturaleza por sobre sus más próximos habitantes humanos, pero la vida campesina está también presente en ese entrelazamiento de la inocencia como virtud desde todas las esferas de la vida.
Una de sus peculiaridades en cuanto a perspectiva fue el modo en que abordó la muerte, con mansedumbre y en su sentido físico normalmente peyorado, aludiendo a la putrefacción desde el punto de vista del fecundo ciclo de lo natural, en el cual la muerte de alguna manera vuelve a ser vida otra vez y viceversa.
Aunque en la poética de Feijóo confluyen varias corrientes y ámbitos de significación, constituye un sello de su obra una exuberancia de lo natural, un culto inveterado a las criaturas y en sentido general lo paisajístico desde una concepción hilozoísta o panteísta, todo ello se plasma en la denominada sobreabundancia verbal, como recreación que pretende ser trasunto del universo y de los valores que emanan de él sin la intervención de lo social.
La cuantiosa obra poética de Feijóo incluye decenas de títulos, entre los cuales se han constatado, todavía sin una pesquisa exhaustiva en cuanto a la conformación de sus obras completas, los siguientes: “El pájaro de las soledades”, “Segura estancia”, “Jiras guajiras”, “Gajo joven”, “Las albas”, “Los crepúsculos”, “Apuntes”, “La pequeña armonía”, “Tenue otoño”, “Camarada celeste (Diálogo con Eros)”, “Noche”, “Media imagen”, “Errante asilo”, “Coloquio”, “Beth-el”, “Faz”, “Himno a la alusión del tiempo”, “Violas”, “La hoja del poeta”, “Poemas del bosquezuelo”, “Haz de la ceniza”, “Trenos”, “Pleno día”, “Harapo al sol”, “Vocablos”, “El pensador silvestre” y “El pan del bobo”.
Sin embargo publicó secciones enteras de poemarios de modo independiente, así como agrupaciones de estos bajo un mismo título, lo cual complica el proceso de compilación de su obra e incluso definir los títulos que forman parte de su trayectoria poética.