La propuesta origenista entrañó una profunda renovación cultural, no por dejación de la tradición anterior sino porque retomó esta a un nuevo nivel, como baluarte para la defensa de lo nacional desde sus mejores valores, aquellos que se difumiaban en un contexto político, económico y social adverso para el imperio de una cultura auténtica y autóctona.

Se ha señalado que en Orígenes no solo publicaron textos los poetas que integraron el grupo o giraron en su órbita durante los 12 años de existencia de la publicación, sino que estuvieron abiertos a estilos y haceres de disímil signo estético, tanto de la anterior generación y sus ya distantes propósitos renovadores como del criollismo de Samuel Feijóo, verbigracia.

El grupo medular de Orígenes tuvo el raro privilegio de estar conformado por autores verdaderamente relevantes, sobre todo del sexteto integrado por José Lezama Lima, Cintio Vitier, Fina García Marruz, Eliseo Diego, Gastón Baquero y Virgilio Piñera, este último disidente del grupo pero aun así alcanzó por sus propios caminos una obra de superior factura.

Es de destacar que el grupo no se convirtió en mero desfile epigonal, aun con el ejemplo inspirador de Lezama, sino que cada uno de los autores mencionados y también el resto siguió su propio derrotero, afín a los hallazgos de la poética trascendentalista – con excepción de Piñera, quien se situaba en las antípodas de esta concepción- pero cada quien estableciendo una peculiar relación con la realidad y la poiesis.

También se vincularon material o espiritualmente a Orígenes un grupo de intelectuales y artistas de diversas ramas, en especial músicos y pintores, contribuyendo estos últimos a que la revista sentara también precedente en cuanto al diseño editorial.

En las páginas de Orígenes casi todo lo publicado tuvo notable calidad, lo cual hizo afirmar a Octavio Paz en su tiempo que se trataba de la revista más importante del idioma. Las contribuciones llegaban de diversas partes del mundo y sus números eran igualmente esperados en Europa y países latinoamericanos, a través de vínculos con una selecta pléyade de escritores y artistas, entre los cuales figuraban Juan Ramón Jiménez, María Zambrano, Paul Valery, por solo citar algunos ejemplos.

En la actualidad Origenes constituye un punto de referencia en lo que respecta al rescate de las esencias nacionales en el ámbito de la literatura y especialmente la poesía; muchos escritores posteriores, ya en la etapa revolucionaria, se han inspirado en sus abiertos postulados, han revisitado su impronta martiana y resucitado el legado de lo trascendente cuando la cultura se oficializa o la banalización pretende imponerse desde el exterior.