4.1.3.2.2 La labor poética y cultural de Rafaela Chacón Nardi (1926 – 2001) en función de los niños
Desde joven Rafaela Chacón Nardi había mostrado una especial predilección por los niños; aunque la naturaleza no le dio el don de procrear ello fue suplido por una entrega absoluta a los infantes y a su desarrollo físico, intelectual y emocional, sobre todo en relación a aquellos aquejados por algún padecimiento y que tanto requerían del conocimiento y la cultura para adaptarse a su contexto social.
Su casa fungió incluso como taller de lectura e innumerables versos estuvieron dedicados a los infantes, también como vibración resultante de lo colectivo, de la fragua revolucionaria, como lo atestigua su lírico “Diario de una rosa”, en que desde la fantasía infantil se refiere a los días de la vida de una rosa que cuenta su despertar al mundo y finalmente cuando es lanzada al piélago por manos pioneras que rinden tributo a Camilo Cienfuegos en el aniversario de su desaparición física.
Además del libro citado en otro acápite, “Coral de aire”, contentivo también de versos infantiles, concibió otros dedicados a los niños de todo el mundo y especialmente a los “pinos nuevos” de la Isla, su obra en este y también otros ámbitos estuvo fuertemente marcada por la impronta de José Martí, figura que se dedicó a estudiar y que retomaría muy especialmente en su vinculación con los pequeños y la manera en que la educación adquiría a un tiempo sentido revolucionario, axiológico y cultural.
Muy interesante y también poco estudiado resulta su cuaderno lírico “Poemas ingenuos para el pequeño Elián”, en que más que un sentido político, trasluce la honda impresión que causó en la autora la temprana tragedia que padeció y los conflictos en los cuales se vio inmerso el niño que sobrevivió a la muerte de su madre en alta mar y permaneció durante meses secuestrado en los Estados Unidos.
El texto “Carrusel”, del 2001, fue concebido desde su inicio en sistema Braille, para los niños ciegos y débiles visuales, como último tributo del límpido amor sin parangón que le tributara a sus chicos, que eran todos, la Rafaela de Cuba. Más tarde, los textos “Coral de aire”, “Carrusel” y “Poemas ingenuos para el pequeño Elián” fueron recogidos en un volumen íntegro por Esteban Llorach, bajo el título de “El niño y la luna”, publicado bajo el sello de la Editora Abril; el investigador logra penetrar en la madeja de su entrega poética a quienes son sin dudas la esperanza del mundo.