4.1 Música religiosa en Cuba en el Siglo XVI.


Fundación de la Villa de Santiago de Cuba:

Santiago de Cuba constituye una de las más atrayentes ciudades de Cuba. Fundada en 1515, entre las primeras siete villas de nuestro país. Fue la primera capital de Cuba hasta 1556 debido a sus condiciones geográficas excepcionales. Por la bahía santiaguera fueron introducidos los primeros esclavos negros a Cuba y con ellos un componente esencial de la nacionalidad cubana. Se convirtió en un punto de entrada al país de nuestros colonizadores, y además en una plataforma para la ocupación de otras tierras. Fue de esta ciudad de donde partió Hernán Cortés a la conquista de México, a ella llegaron tras la revolución haitiana de Toussaint Louverture en 1791 decenas de emigrantes franceses que trasladaron consigo su cultura e introdujeron el café en Cuba. Santiago de Cuba es la cuna por excelencia de casi todos nuestros géneros musicales, en un país donde la música es alma y raíz.

Catedral de Santiago de Cuba. Primera Capilla de Música:

En el siglo XVI, a la villa de Santiago de Cuba llegaban músicos, que a pesar de seguir rumbo a otros parajes, dejaban huellas a su paso. A mediados de siglo, esta villa ya contaba con su catedral y con un órgano ejecutado por el primer músico notable cubano en aquella época: Miguel Velázquez, quien en 1544 asume la responsabilidad de canónigo de la catedral y al mismo tiempo, trasmitió sus conocimientos religiosos y musicales a la población de la región.

En Cuba, la única catedral durante los Siglos XVI y XVII fue la de Santiago, ya que la Parroquia Mayor de La Habana no fue erigida catedral hasta el siglo XVIII. Varios estudios demuestran que hubo una capilla de música en la Catedral de Santiago de Cuba, al menos desde la mitad del siglo XVI. Esta evidencia sugiere que existió una actividad polifónica en Cuba al menos desde los años 60 del Siglo XVI.

En Santiago de Cuba existía una gran escasez de instrumentos musicales, esto justificó la utilización de músicos profanos, se podían encontrar negras que cantaban y ya entre los instrumentos musicales aparecía el güiro en las ceremonias religiosas. A finales del Siglo XVI, la comunidad contaba con el primer conjunto compuesto por los instrumentos musicales pífanos, viola y violín. Animaban las actividades dentro de la Iglesia y las fiestas populares.

Bibliografía:

Carpentier, Alejo: La música en Cuba, La Habana, Letras Cubanas, 1979.

El pintor Jorge Arche Silva (1905 – 1956), sus aportes a las Artes Plásticas cubanas
La obra plástica de Enrique Caravia y Montenegro (1905 – 1992)
Wilfredo Oscar de la Concepción Lam y Castillo (1902 – 1982), la trascendencia de su obra plástica
El escultor Teodoro Ramos Blanco (1902 – 1972), su obra
La obra plástica de Gumersindo Barea y García (1901 – ?)
El pintor Carlos Enríquez Gómez (1900 – 1957), un exponente imprescindible de las artes plásticas cubanas
La obra del escultor Juan José Sicre y Vélez (1898 – ?)
La obra del pintor y arquitecto Augusto García Menocal y Córdova (1899 – ?)