4.3.6 Las novelas de Félix Soloni (1900 – 1968)


Félix Soloni fue periodista empírico de vasta trayectoria, que incluyó la incursión en el ámbito del cine, la música y una fecunda obra como traductor. Su labor literaria está sobre todo inscrita en el folletín de prensa, con una estructuras en que las consideraciones propiamente estéticas se subordinan a lo comercial, lograr un público masivo de lectores y sostener la atención de estos a lo largo de sucesivas entregas, lo cual no indica que no haya tenido cierto talento no del todo realizado por estas circunstancias.

Sus dos piezas novelísticas que han pasado a la posteridad fueron publicadas en 1926, bajo el subtítulo de “Novela Criolla”, con los títulos de “Mersé” y “Virulilla”, sesgadas sin dudas por los requerimientos del folletín y el manejo de los finales -más verosímil en el caso de la primera- en ambas sin embargo resulta plausible el tema de la situación de mujeres de condiciones preteridas y en tanto retrato de la sociedad en sus más agudas dicotomías.

“Mersé”, cuyo título constituye asimismo el nombre del personaje femenino protagónico, está ambientada en el entramado de los suburbios y solares habaneros, con cierto matiz de crítica a la situación de marginalidad que deriva del status económico de otros sectores sociales. El tema principal lo constituye la discriminación racial, tan inoculada que hasta la protagonista, de raza negra, se siente ajena a la herencia cultural, las costumbres ancestrales y los propios miembros de su raza y el desarraigo la conduce al extremo del suicidio.

Por su parte, en “Virulilla” Soloni incursiona en los espacios laborales y culturales de las mujeres obreras, con una tesis a la vez contra la explotación y en defensa del derecho de la mujer al trabajo; sin embargo el matrimonio final de una de estas mujeres con el dueño de la fábrica, puramente formal, constituye en cierto modo una tesis de concordia que no coadyuvaría a solventar verdaderamente los conflictos derivados de la profunda escisión social entre propietarios y desposeídos.

En sentido general las novelas de Soloni no pudieron transgredir los cánones propios del folletín ni ahondar con profundidad en los conflictos a que se veían sometidas las mujeres de distinta condición social; pero aún así trato de ofrecer el testimonio crítico de su época. Su labor periodística incluyó diferentes medios, entre los que cabe citar: “La Prensa”, “El Mundo”, “El País”, “La Discusión”, “Mundial”, “Carteles” y “Bohemia”, entre otros.

El pintor Jorge Arche Silva (1905 – 1956), sus aportes a las Artes Plásticas cubanas
La obra plástica de Enrique Caravia y Montenegro (1905 – 1992)
Wilfredo Oscar de la Concepción Lam y Castillo (1902 – 1982), la trascendencia de su obra plástica
El escultor Teodoro Ramos Blanco (1902 – 1972), su obra
La obra plástica de Gumersindo Barea y García (1901 – ?)
El pintor Carlos Enríquez Gómez (1900 – 1957), un exponente imprescindible de las artes plásticas cubanas
La obra del escultor Juan José Sicre y Vélez (1898 – ?)
La obra del pintor y arquitecto Augusto García Menocal y Córdova (1899 – ?)