5.4 Festividades musicales populares – religiosas cubanas del Siglo XVII.


En el siglo XVII la celebración del Corpus Christi se fortalece en toda la isla como la principal festividad religiosa y popular cubana, transformada en variantes diversas en los territorios del país en los que se celebra. En estas festividades encuentra lugar y origen no solo la música, sino también la danza y el teatro cubanos de aquella época.

Las festividades de la Cruz de Mayo o Altares de Cruz eran muy celebradas en la zona central – oriental del país, principalmente en Santiago de Cuba. Fiesta de fuerte arraigo popular; se extendía por todo el quinto mes del año, eran festejos de corte familiar y consistía en levantar en las casas altares donde predominaba la Santa Cruz, rodeada de ofrendas de frutas y flores en homenaje a la primavera, como reminiscencia de fiestas paganas recogidas y transformadas en España y traída a Cuba por los colonizadores españoles.

En estas fiestas transculturadas se escuchaba el sonido del tambor de origen africano y se hacía evidente el fervor del hombre negro en la expresión del sincretismo religioso, en una festividad que aún tiene vigencia en zonas rurales de la zona suroriental del país.

Por ejemplo en la Comunidad de San Pedro en Trinidad, existía el mito de que sacando el Santo a la calle este día comenzarían las lluvias y terminaría la sequía y la hambruna, así mismo las mujeres que se mojaran el rostro con estas primeras lluvias se mantendrían jóvenes, bellas y frescas. La fiesta hoy en día consiste en una gran feria de venta de productos artesanales e industriales, bebidas y licores, comidas típicas, procesión del Santo Patrón, torneos a caballo, juegos de velorios, cuentos, adivinanzas, controversias, encuentros de música campesina y bailables diurnos y nocturnos. Aunque su origen tiene basamento católico con el devenir de los años se ha convertido en una gran fiesta popular en Cuba.

Las formas de celebración variaban entre una y otra región. En la central y occidental se estilaba emplear el Punto Cubano, se improvisaban décimas a la cruz y a los santos.

El pueblo cubano en el Siglo XVII canta y baila y por eso aprovecha todas las oportunidades para hacerlo: procesiones, velatorios, bautizos, festividades laicas y religiosas y jolgorios particulares.

En esta etapa también se gesta en la ciudad santiaguera, una de las festividades patronales que con el tiempo se convertiría en emblemática, la misma daría origen al carnaval santiaguero.

El pintor Jorge Arche Silva (1905 – 1956), sus aportes a las Artes Plásticas cubanas
La obra plástica de Enrique Caravia y Montenegro (1905 – 1992)
Wilfredo Oscar de la Concepción Lam y Castillo (1902 – 1982), la trascendencia de su obra plástica
El escultor Teodoro Ramos Blanco (1902 – 1972), su obra
La obra plástica de Gumersindo Barea y García (1901 – ?)
El pintor Carlos Enríquez Gómez (1900 – 1957), un exponente imprescindible de las artes plásticas cubanas
La obra del escultor Juan José Sicre y Vélez (1898 – ?)
La obra del pintor y arquitecto Augusto García Menocal y Córdova (1899 – ?)