5.5 Orígenes y actualidad del Carnaval de Santiago de Cuba.
A finales del Siglo XVII en Cuba, tuvo su nacimiento el carnaval santiaguero, con la procesión religiosa en honor al Santo Patrón Santiago Apóstol, que el 25 de julio recorría las calles contiguas a la Catedral de Santiago de Cuba (Heredia e/ San Félix y Santo Tomás, Santiago de Cuba). Luego estas procesiones se desarrollaron los días de San Juan (24 de junio), San Pedro (29 de junio), Santa Cristina (24 de julio) y Santa Ana (26 de julio), sustentándose de elementos africanos y francohaitianos en la danza, la música y el vestuario. A esta celebración se le denominó Fiesta de los Mamarrachos, se le incorporaron los cabildos y grupos de parrandas entonando canciones para ambientar las festividades.
Congas y comparsas están presentes actualmente en la parranda cada año; y las agrupaciones de origen africanos constituyen el antecedente de las comparsas que tanto animan la ciudad santiaguera por esos días. Desfilan mamarrachos y muñecones quienes caracterizan personajes de la literatura y el mundo infantil, distrayendo a grandes y chicos.
Las congas son muy concurridas por el pueblo, que al ritmo de los tambores, de las cornetas chinas y de otros instrumentos de percusión, cantan y bailan contagiosos estribillos improvisados por las calles de la ciudad de Santiago de Cuba. Las comparsas integradas por decenas de bailadores con un colorido vestuario, ejecutan coreografías relacionadas con las costumbres caribeñas y la vida del santiaguero. En ellas desfilan carros, bellamente engalanados con efectos de luces sobre los que también se baila. El desfile recorre varias áreas de la cuidad.
Este carnaval santiaguero se festeja actualmente durante siete días en la segunda quincena del mes de julio. Su surgimiento está vinculado a la necesidad de mantener vivas nuestras tradiciones; los carnavales de Santiago de Cuba están considerados una de las tres fiestas populares de mayor reconocimiento en el país. Este tipo de celebración destaca en especial, el componente africano y caribeño, reflejado en la música y la danza que acompañan al regocijo por las calles.