6.5 Género musical importante surgido en el Siglo XVIII. El Punto Cubano.
El Punto Guajiro debe su origen a las fiestas de los hacendados criollos y de los europeos de más baja categoría, estas fiestas recibían el nombre de guateque. En las festividades se interpretaban cantos que eran acompañados por instrumentos de cuerda pulsada. El formato instrumental del conjunto guajiro en sus inicios, estuvo compuesto por instrumentos armónicos introducidos de España con sus derivaciones y también por instrumentos de percusión derivados de África.
En Cuba, a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, ya la décima era conocida por toda la población. En esta etapa se destacaron las décimas del Padre Capacho y las de Francisco Pobeda, entre otros. Su más famoso cultivador fue Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, sus versos todavía en la actualidad los canta nuestro pueblo.
El Punto Cubano utiliza un compás ternario. Emplean diferentes modos, el más usado es el hipofrigio (sistema tonal griego). Para los guajiros son tonadas (la tonada es la melodía que se canta en el Punto, interpretado a capella o con diferentes conjuntos instrumentales) en mayor. La textura de los Puntos es homofónica, el acompañamiento instrumental florea o puntea en la introducción y en los espacios en que cesa el canto.
Este género musical es la vida del guateque: guitarra, tres, triple, laúd, clave, güiro y guayo son instrumentos musicales que acompañan al Punto, mientras los intérpretes condimentan la fiesta con controversias de improvisación. Están visiblemente divididos: cada uno, y su público, representan un bando, perfectamente distinguible por el color de su emblema que bien puede ser una pañoleta anudada al cuello.
Cada región de Cuba tiene su estilo propio: el Punto libre en la zona occidental, el Punto fijo en la zona de Camagüey, Santi Spíritus y Ciego de Ávila.
En el Punto libre el cantor lleva el tiempo a su gusto, lo que facilita la improvisación y limita el acompañamiento. Por su parte, el Punto fijo hace que el cantor conserve un mismo aire y medida exacta: el laúd y la guitarra continúan y la clave no deja de tocar. De ahí que se le conozca también por punto de clave. Otras variantes son, además, el llamado punto espirituano y el punto matancero. Como variante del fijo, es frecuente el punto cruzado, en el que se canta sincopadamente sobre el acompañamiento. Menos frecuente es la seguidilla, que es el canto de varias décimas sin interrupción.
Aunque se practica en zonas urbanas y suburbanas, el Punto guajiro también conocido como cubano, constituye la mayor expresión de música cubana de nuestra clase campesina.
El Punto cubano, la manifestación musical más antigua en la nacionalidad cubana, tiene hoy plena vigencia y un porvenir seguro.
Bibliografía:
Esquenazi, Martha: Del Areíto y otros sones, Editorial Letras Cubanas.