6. Música cubana en el Siglo XVIII.


La música cubana en el siglo XVIII es esencial para el análisis del desarrollo de la cultura cubana en este período. El más alto renombre como músico en esta etapa, lo alcanza Esteban Salas, considerado el primer compositor cubano. Su música ocupó un marco histórico que toca los dos extremos estilísticos que existieron en el Siglo XVIII: los finales del barroco y los inicios del clasicismo. Salas marca la diferencia entre la música popular y la música culta. Su obra comprende, además de la creación musical, una amplia labor social y cultural, de apreciado valor histórico.

Fragmento importante en el panorama musical cubano del Siglo XVIII lo establece el surgimiento de la música guajira o campesina, en esta época. Género de fuerte influencia hispana, especialmente isleña o canaria. En su progreso alcanzó una serie de caracteres criollos como el uso de la décima como texto poético. Esta música criolla incorporó a su formato instrumental a la guitarra y se adapta mejor a los núcleos de población rural alejándose de las localidades urbanas. La misma trascendió como una música propia de los que trabajan en el campo.

En el Siglo XVIII, como parte del auge de la esclavitud que se evidencia en este período, aparecen manifestaciones culturales de origen africano esenciales para el estudio de la música cubana. De esta manera encontramos los cabildos afrocubanos, los que constituyeron asociaciones de negros de nación, esclavos y libres, surgidas en los inicios de la esclavitud, y que se mantuvieron hasta el año 1884 en que fueron prohibidas por el gobierno colonial.

Aparentemente los cabildos tuvieron como finalidad el baile y la diversión, no obstante estas sociedades urbanas fueron, esencialmente, un medio de cohesión tribal de cada una de las culturas africanas presentes en Cuba y hogar de sus religiones cuyas ceremonias se enmascaraban como fiestas y diversiones. Estas festividades religiosas de los cabildos eran celebradas como verdaderos espectáculos de procesión dramática, las cuales eran permitidas los domingos.

Influenciada Cuba lentamente por las corrientes musicales de la cultura europea, se inició, en la zona oriental del país, a finales del Siglo XVIII un notable movimiento a favor de la música, gracias a los inmigrantes franceses, que huyendo de la revolución negra de Haití, llegaron a esta zona.

En 1794 aparece publicado un Romance en el que se describe un baile y se menciona ya la Contradanza. Por esos años comienzan a destacarse músicos populares. Uno de ellos, humilde negro habanero, era compositor de música ligera, Contradanza y Danza. Esto ilustra ya una fase del desarrollo de una expresión de la música nacional cubana.

El pintor Jorge Arche Silva (1905 – 1956), sus aportes a las Artes Plásticas cubanas
La obra plástica de Enrique Caravia y Montenegro (1905 – 1992)
Wilfredo Oscar de la Concepción Lam y Castillo (1902 – 1982), la trascendencia de su obra plástica
El escultor Teodoro Ramos Blanco (1902 – 1972), su obra
La obra plástica de Gumersindo Barea y García (1901 – ?)
El pintor Carlos Enríquez Gómez (1900 – 1957), un exponente imprescindible de las artes plásticas cubanas
La obra del escultor Juan José Sicre y Vélez (1898 – ?)
La obra del pintor y arquitecto Augusto García Menocal y Córdova (1899 – ?)