8.2.3 La Guaracha.


En la música popular cubana se manifiestan los rasgos definitorios de nuestra identidad. Uno de ellos es sin lugar a duda, nuestra capacidad de reírnos y hacer reír. Es posible encontrar resonancias humorísticas en muchos géneros musicales nacidos en Cuba, pero el que más lo refleja es la Guaracha.

Las primeras guarachas que se conocieron formaban parte del teatro bufo, y a partir de los argumentos costumbristas que lo caracteriza, con mucha frecuencia los versos de estas canciones tenían intenciones humorísticas. Las guarachas poseían una forma musical deudora de la tonadilla escénica hispánica, aunque permeada por la rumba antillana, fue desde sus inicios portavoz del espíritu festivo y satírico del cubano.

Este género estuvo unido a la realización de los ideales independentistas de los criollos cubanos, ya que el pueblo la utilizaba para criticar, en tono burlón y picaresco (en ocasiones con un agudo doble sentido), a gobernantes coloniales y a situaciones derivadas del régimen opresor peninsular. El 13 de enero de 1869, en el teatro Villanueva, en La Habana, se canta una guaracha que contiene elementos de ataque solapado: Ya cayó, en alusión a la guerra liberadora que se desarrollaba en tierras orientales.

Las guarachas se acompañaban de guitarras, junto a sonajeros como el güiro y las maracas. Luego se le incorpora el tres. Las voces de los guaracheros replicaban el estribillo, donde el coro daba cobertura temática a las coplas entonadas por un solista. Crítica de costumbres, la gracia cubana halló en las guarachas el marco ideal para su inspiración humorística.

Cuando la Guaracha se independiza del teatro bufo y entra en los salones de baile, conserva la intención de convocar a la risa. Esto sucede en el Siglo XX y tiene muy buenos resultados para el género musical, porque en virtud del interés de compositores de diversos tipos de agrupaciones orquestales, la Guaracha empieza inicialmente a ser tocada y cantada junto a otros géneros, y luego surge la idea de hacer composiciones, donde esta se mezcla armónicamente con ellos. Aparece así la guaracha son y la guaracha conga.

Entre los compositores cubanos más importantes que se dedicaron a la composición de guarachas, podemos mencionar a Ñico Saquito, pero lo habitual es que los compositores populares, ya desde el Siglo XIX, hicieran este género y también otros.

Desde entonces, hasta nuestros días, la guaracha no ha dejado de aparecer en todo el proceso creativo de los compositores cubanos, reflejando siempre aspectos del ambiente de la vida cotidiana del hombre y situaciones que tuvieran elocuente repercusión en su momento. En las últimas décadas del Siglo XX, el mayor exponente de la Guaracha es Pedro Luis Ferrer, trovador de composiciones con un intenso sentimiento, ha dado muestras rebosadas de su cubanía, ocupándose de acudir a muchas formas de nuestra música. Ha logrado con sabrosa certidumbre guarachas, que como toda pieza clásica de su género, han pasado a formar parte del acervo colectivo.

El pintor Jorge Arche Silva (1905 – 1956), sus aportes a las Artes Plásticas cubanas
La obra plástica de Enrique Caravia y Montenegro (1905 – 1992)
Wilfredo Oscar de la Concepción Lam y Castillo (1902 – 1982), la trascendencia de su obra plástica
El escultor Teodoro Ramos Blanco (1902 – 1972), su obra
La obra plástica de Gumersindo Barea y García (1901 – ?)
El pintor Carlos Enríquez Gómez (1900 – 1957), un exponente imprescindible de las artes plásticas cubanas
La obra del escultor Juan José Sicre y Vélez (1898 – ?)
La obra del pintor y arquitecto Augusto García Menocal y Córdova (1899 – ?)