8.7 Coros de Clave


Los Coros de Clave fueron agrupaciones corales que germinaron en barrios habaneros de las zonas portuarias, en las postrimerías del Siglo XIX. Luego se propagaron hacia ciudades como Cárdenas, Matanzas y Sancti Spíritus. Los mismos poseían un formato similar al estilo de los coros hispanos.

Las voces de los integrantes del coro eran acompañadas por instrumentos musicales. Los principales para dicha función eran la guitarra, la vihuela, el tambor de cuña, la clave y la botijuela.

El repertorio de los Coros de Clave estaba integrado por géneros que eran básicos, tales como los cantos, las claves y los pasacalles. Los cantos que interpretaban no eran más que una compilación de elementos tanto peninsulares como africanos.

Este tipo de agrupación coral se difundió sólo desde la región occidental hasta el centro del archipiélago cubano, debido a que fue desplazado por el auge que obtuvo el Son, a partir de la segunda década del pasado Siglo XX. Como resultado, los Coros de calves se mantuvieron exclusivamente en su territorio de origen.

Compositores y músicos se vincularon a los Coros de Clave en Sancti Spíritus, de ahí que lograran un sorprendente desarrollo. Juan de la Cruz Echemendía, Rafael Gómez Mayea (Teofilito), Miguelito Companioni, y Alfredo Varona; son algunos de los artistas que llevaron a cabo la dirección de algunos de los orfeones.

En Sancti-Spíritus, era habitual hasta mediados de los años treinta, las presentaciones de estos coros en el Parque de la Caridad. Finalmente, los Coros de Clave terminaron por extinguirse ante el fuerte empuje del Son, ya que acaparó la preferencia del público.

Entre los Coros de Clave que coexistían dentro del ámbito musical cubano podemos hacer referencia a nombres como Los Roncos, La Lave, El Paso Franco, El Arpa de Oro. Se suman a la lista otros que durante la primera década de 1900 y años posteriores disfrutaron de un notable éxito: Grano de Oro, Club Joven Clave, La Unión, La Yaya y Santa Ana.

Después de 1959, se ha realizado un trabajo con el objetivo del rescate y el fomento de los mismos. Ejemplo de ello lo constituye el Coro de Clave de Sancti Spíritus, único Coro de Clave que conserva las particulares originales. Esta agrupación, conocida inicialmente como Coro o Club La Yaya, fue refundada por Rafael Gómez Mayea en 1961; y en nuestros días está integrada por catorce componentes.

Juan de la Cruz Echemendía es considerado el precursor de los Coros de Clave. Los mismos constituyen una expresión musical y una tradición genuina de la cultura cubana.

El pintor Jorge Arche Silva (1905 – 1956), sus aportes a las Artes Plásticas cubanas
La obra plástica de Enrique Caravia y Montenegro (1905 – 1992)
Wilfredo Oscar de la Concepción Lam y Castillo (1902 – 1982), la trascendencia de su obra plástica
El escultor Teodoro Ramos Blanco (1902 – 1972), su obra
La obra plástica de Gumersindo Barea y García (1901 – ?)
El pintor Carlos Enríquez Gómez (1900 – 1957), un exponente imprescindible de las artes plásticas cubanas
La obra del escultor Juan José Sicre y Vélez (1898 – ?)
La obra del pintor y arquitecto Augusto García Menocal y Córdova (1899 – ?)