9.7.5 Abelardo Barroso Dargeles
Abelardo Barroso Dargeles, destacado cantante cubano, conocido popularmente como el sonero mayor; nació el 21 de septiembre de 1905 en la barriada de Cayo Hueso, ubicada en La Habana. Debido a la situación económica, desde muy joven tuvo que ganarse la vida, realizando varios oficios como el de chofer de alquiler, también fue boxeador y jugador de baseball. En su tiempo libre cantaba con trovadores que actuaban por la propina en cafés habaneros, o con grupos de sones que trabajaban en pequeños cabarets de la Playa de Marianao.
En 1925, cuando Abelardo Barroso contaba con 25 años de edad, se incorporó al colectivo del Sexteto Habanero, como intérprete de la canción y el Son, esta agrupación se presentaba en el exclusivo Vedado Lawn Tennis Club. En octubre de este mismo año, el grupo comenzó a realizar sus primeras grabaciones en La Habana para la firma RCA Victor y en noviembre realizaron la segunda sesión. En las primeras grabaciones del sexteto, Abelardo cantó y tocó las claves.
Al siguiente año, empezó a cantar en el Sexteto Boloña, dirigido por Alfredo Boloña, con este viajó en octubre de 1926 a Nueva York, con el fin de efectuar una serie de grabaciones para el sello Brunswick.
En 1927, grabó nuevamente con el Sexteto Habanero, en La Habana para la firma Víctor. A fines de ese mismo año, participó en las primeras grabaciones que el Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro realizó en Nueva York para la compañía Columbia. En uno de esos discos se encuentra Fernanda, obra de su autoría.
En 1928, Barroso fue solicitado para intervenir en la grabación de los del Sexteto Nacional y el Habanero. En octubre, grabó dieciséis sones con el Sexteto Boloña, siendo la voz principal. Entre ellos Échale candela, de Boloña, y Flora, de Barroso.
Al otro año, en 1929, se unió a la compañía de variedades Salmerón, la cual se presentó que durante un año en las ciudades españolas de Bilbao, Barcelona y Madrid. A su retorno a Cuba, se incorporó a trabajar como cantante en la orquesta de Ernesto Muñoz, donde popularizó una novedad musical, el Danzonete.
Junto a Orestes López, fundó en 1933, la charanga López-Barroso, y alternó actuaciones con su septeto Universo hasta 1935, fecha en que instauró el sexteto de sones Pinín. Un año más tarde pasó a cantar con la orquesta de Andrés Laferté y luego, con la agrupación del pianista Everardo Ordaz.
En las postrimerías de la década de los años treinta, en 1939, comenzó a trabajar en la emisora COCO, junto a la orquesta Maravilla del Siglo, allí suplantó al cantante Fernando Collazo.
En la década de 1940, Abelardo Barroso actuó en varios shows del cabaret Sans-Souci, haciendo coros. En 1948, empezó a cantar y a tocar las claves y las maracas en la Banda de Música de la Policía Nacional.
Por estos años, Barroso pasó por un período de depresión económica, por lo que tuvo que trabajar como pintor de brocha gorda y estibador en los muelles.
En 1954, formaba parte de la orquesta de Rafael Ortega, donde tocaba la tumbadora, con esta se presentaba en el cabaret Sans-Souci, cuando fue reconocido por Jesús Gorís, dueño de la empresa de discos Puchito, quien lo invitó a grabar con la orquesta Sensación, de Rolando Valdés, a la cual acaba de contratar.
Abelardo grabó para Puchito dos de sus antiguos éxitos, Milonga española (La hija de Juan Simón) y En Guantánamo, de Juana González de Cabrera. Las primeras grabaciones de Abelardo Barroso con la Sensación tuvieron un éxito extraordinario y se comercializaron en otros países del Caribe. En 1957, la agrupación recibió un Disco de Oro, por las ventas realizadas. Ese año mismo año fueron contratados para ofrecer un concierto en Miami.
A fines de los cincuentas, Barroso se mostró en programas de radio y televisión, también fue solicitado para actuar en carnavales de varias ciudades cubanas y promocionar productos comerciales de gran demanda. En 1959 y 1960, viajó a Nueva York con la orquesta Sensación, participó en un homenaje nacional que se le rindió al célebre Sexteto Habanero, junto a algunos de sus antiguos compañeros.
Con el conjunto Gloria Matancera, grabó en 1961, un disco de larga duración, en esta ocasión interpretó piezas con arreglos de Severino Ramos como El amor de mi bohío, de Julio Brito, y Lágrimas negras, de Miguel Matamoros. En esta década, realizó sus últimos registros fonográficos, con la orquesta Sensación, entre ellos el Mozambique, No te agites.
Popularizó numerosos temas, entre ellos podemos mencionar: Un brujo en Guanabacoa y Hagan juego, El huerfanito; El guajiro de Cunagua; Naufragio; La cleptómana; Longina; Bruca maniguá y el pregón de su propia autoría El panquelero.
Abelardo Barroso, llamado por el público como Caruso, debido a la potencia de su voz, se retiró de la música definitivamente en 1969.
Sus grabaciones con la Sensación se han reeditado en Cuba en múltiples ocasiones. El sello Tumbao en 19998, publicó un estuche de cuatro discos compactos titulado “Sexteto y Septeto Habanero–Grabaciones completas de 1925-1931”, con todas las participaciones de Barroso con este grupo.
Abelardo Barroso, el gran cantante de música popular cubana, falleció el 27 de septiembre de 1972, en su ciudad natal.