9.9.2 Ignacio Piñeiro.
Ignacio Piñeiro Martínez, nace en la Habana en el año 1888. De niño su familia se muda del barrio de Jesús María al popular sector de Pueblo Nuevo, donde pasa su infancia y efectúa sus estudios primarios. Además es allí donde inicia su interés en la musical formar parte de los coros infantiles de la comunidad. Es considerado uno de los músicos más significativos en la historia de la música cubana.
Antes de adoptar la música como forma de vida, trabajó desde muy joven en diversos oficios como tonelero, fundidor, portuario, tabaquero y albañil. Adyacente a su vida laboral Ignacio Piñeiro nunca dejó de asimilar los toques y cantos de los cabildos africanos existentes en su barrio. En 1906, era parte de la agrupación de clave y guaguancó.
Inició su carrera artística con el grupo de clave y guaguancó llamado El Timbre de Oro como decimista improvisador. Dirigió por varios años el conocido grupo Los Roncos, dando sus primeros pasos como compositor. Teniendo lugar sus populares rumbas: Cuando tú desengaño veas, Mañana te espero niña y Dónde estabas anoche.
Fue uno de los fundadores del sexteto de sones Occidente en el año 1926, bajo la dirección de la trovadora María Teresa Vera. Desempeñándose como contrabajista, realizó su primera gira a Estados Unidos con objeto de grabar un disco con esta agrupación.
En 1927 fundó el Sexteto Nacional, era su director y tocaba el contrabajo. En ese año le agrega la trompeta que era tocada por Lázaro Herrera, convirtiéndolo en Septeto. Con este formato instrumental viajó a Nueva York y allí grabó sus primeras obras. Dirigió triunfalmente este grupo reconocido, todavía en la actualidad, como Septeto Nacional hasta 1969, año en que murió.
En 1929 el Septeto Nacional participó en la Feria-Exposición de Sevilla, España. En este país fueron contratados como artistas exclusivos por la empresa SEDECA, y realizaron una gira por otras ciudades. Actuaron en los teatros Torero, Jovellanos, el Cine-Teatro Grado, y el cabaret Maicú, todos en Madrid. En 1930 fue uno de los fundadores de la Asociación Nacional de Soneros Cubanos. Actúan en el cabaret Sans-Souci (1930); en 1931 se presentan en las radioemisoras Lavín y CMCG; en 1932, en el hotel Dos Hermanos, estrena Buey viejo. En 1933 actuó en la Feria-Exposición Un Siglo de Progreso, celebrada en Chicago, Estados Unidos.
En estos años Piñeiro creó notables sones campesinos urbanos: rumbas, lamento, pregones, entre ellas las tituladas: “Cuatro palomas”, “Estas no son cubanas”, “Échale salsita”, “Suavecito”, “No juegues con los santos”, entre otros.
Como compositor, Ignacio Piñeiro rompió, aunque tomó elementos de éste, con la forma del son oriental, en el que sus creadores utilizaban la cuarteta y la décima; ejemplo de esa ruptura es su son Buey viejo, de 1932.
Piñeiro logró captar, desarrollar y expresar la riqueza plena del Son. Sus creaciones musicales implicaban modificaciones estructurales, el uso de la cadencia, el ritmo y empleo de melodías y letras depuradas. Estas creaciones musicales, interpretadas por el Septeto Nacional, hacen viable poder afirmar que la obra sonera de este singular artista, se convierte en un son que hoy podemos llamar clásico.