5.8 Espacios teatrales cubanos del Siglo XVIII.


En el Siglo XVIII dentro del ámbito del teatro en Cuba, emergieron varios espacios para llevar a cabo las representaciones, cuyos asientos de establecieron en diversos lugares de La Habana.

Los espacios escénicos cubanos durante las primeras décadas fueron fundamentalmente salones de las casas de las familias ricas, locales inhóspitos, almacenes desmantelados y escenarios improvisados en las calles.

Según se dice, las primeras representaciones dramáticas que se efectuaron en Cuba, ya fuesen autos sacramentales, loas o danzas sacras, tuvieron lugar a las puertas de la Catedral de La Habana. Tiempo después, con el objetivo de representar los entremeses, se erigieron tablados de madera al aire libre entre la Plaza de Armas y el mar, ubicados en el callejón de Jústiz.

También las puestas en escena se realizaban en una casona del popular callejón ya mencionado, situado entre las calles de Oficio y Baratillo, esta última hoy desaparecida, en la Habana Vieja. Atendiendo a crónicas de la época tenemos que se representaron comedias de autores de renombre tales como Lope de Vega, Calderón de la Barca y Moreto, aproximadamente en el año 1773. En la Casa de las Comedias, nombre por el cual era conocido este lugar, actores negros escenificaban aunque no con mucha profesionalidad.

Se dice que en la villa de Santiago de Cuba se efectuaban funciones en un almacén dispuesto para la actividad teatral.

No es hasta después de la segunda mitad de esta centuria en que se construye en La Habana el primer teatro cubano, denominado Coliseo, local que ostentaba las condiciones necesarias para llevar a cabo las representaciones.

En el año 1788, tras el cierre del Coliseo, los cómicos emprenden a realizar sus puestas en escena en un suburbio de La Habana. De acuerdo a las descripciones que fueron modeladas por los cronistas del período, esta no era más que una choza indecorosa. Construyeron un local transitorio en breve espacio de tiempo, el cual estaba ubicado en el extremo de la afamada calle de Jesús María.

Igualmente se sabe que actuaron en un corral espontáneo con decorados gastados en Guanabacoa.

El pintor Jorge Arche Silva (1905 – 1956), sus aportes a las Artes Plásticas cubanas
La obra plástica de Enrique Caravia y Montenegro (1905 – 1992)
Wilfredo Oscar de la Concepción Lam y Castillo (1902 – 1982), la trascendencia de su obra plástica
El escultor Teodoro Ramos Blanco (1902 – 1972), su obra
La obra plástica de Gumersindo Barea y García (1901 – ?)
El pintor Carlos Enríquez Gómez (1900 – 1957), un exponente imprescindible de las artes plásticas cubanas
La obra del escultor Juan José Sicre y Vélez (1898 – ?)
La obra del pintor y arquitecto Augusto García Menocal y Córdova (1899 – ?)