3.7.3 Rafael María Merchán (1844 – 1905), su incursión en la crítica literaria
Rafael María Merchán también fue uno de los críticos literarios cubanos que se adhirió fuertemente al independentismo; asumiendo esta postura política a veces como tamiz estético, por lo que sus textos no siempre denotan objetividad. En su juventud se desempeñó como tipógrafo y cajista y estos constituyeron sus primeros contactos con el universo de la palabra escrita.
Además de sus gestiones políticas, parte de las cuales han sido abordadas en el acápite de oratoria, legó interesantes reflexiones críticas, cuyo meollo ideático puede hallarse en sus dos principales textos: “Estudios críticos”, publicado en 1876 y “Variedades”, en 1894, ambos en Colombia, país donde se había establecido al parecer desde 1874 o entre los dos años siguientes y donde desplegó parte de su labor política y de crítica literaria.
Algunas de sus opiniones fueron plasmadas en el contexto de una enconada polémica que sostuvo con los críticos españoles Juan Valera y Vicente Barrantes, con el último el motivo fue un artículo publicado por este en el periódico “España moderna”, apologético con respecto al libro “La poesía lírica en Cuba”, de Martín González del Valle, cubano radicado en España, que denostaba la lírica cubana e implícitamente la nacionalidad
En pocas palabras, Merchán riposta con un artículo de corte irónico, titulado “El espinar cubano y la segur barrantina” en la que apunta acertadamente a los factores extraliterarios que habían determinado cierto retraso en la evolución de la poesía cubana, en esencia el cerco colonial español, impuesto también al desarrollo de las ideas y que pesaba asimismo sobre la subjetividad colectiva.
En el marco de esta polémica publicó otro artículo de la misma índole, bajo el título de “De todo”, en el que se dedica a valorizar la talla histórica y también literaria de José de la Luz y Caballero, sobre quien se escribieron muchos textos tendientes a opacar su verdadero carácter revolucionario.
Cabe citar otros textos del autor que revelan aciertos interesantes: “Poesías de Juan Clemente Zenea”, “Estalagmitas del lenguaje”, “Bécquer y Heine” y “Los siete tratados de Montalvo”. En los textos citados y en las notas introductorias de algunos libros que prologó pueden rastrearse muchos de sus derroteros estéticos, en los que primaron el formalismo y una en ocasiones exacerbada predisposición analítica.