La obra pictórica de Enrique García Cabrera (1893 – 1949)
Enrique García Cabrera nació el 5 de febrero de 1893 en La Habana y falleció el 25 de septiembre de 1949 en esta ciudad. A pesar de que no fue un artista de larga vida, sí tuvo tiempo de legar una obra de consideración y sentar un estilo propio, signado por el brillante colorido y la magnificiencia que reboza cada cuadro de su inspiración.
Después de culminar sus estudios de pintura, hizo un viaje por Europa, el cual le permitió entrar en contacto con las principales corrientes entonces en boga en el viejo mundo. Para 1914, con 21 años de edad, se encontraba de vuelta en Cuba. Se caracterizó también por ser un dibujante notable, efectuó retratos y concibió varias portadas de importantes revistas, como las de Bohemia.
Fue uno de los primeros artistas cubanos que se interesó por el diseño y la pintura comercial, con alentadores resultados. Estableció un diálogo interesante con lo decorativo y su huella ha quedado plasmada en varios edificios públicos de la ciudad; como los paneles que se encontraban en las puertas de la entrada principal del Capitolio Nacional, entre otros que muestran el exquisito gusto estético de García Cabrera.
Se desempeñó también como profesor y director de la Academia de San Alejandro, este último cargo lo ejerció desde 1942 y al parecer hasta su muerte. Allí desplegó una labor docente notable y ofreció varias conferencias que permiten adentrarse en sus concepciones en materia de arte y comercialización del mismo, como la titulada “El futurismo y el mercado del arte”.
Muchas de sus obras se conservan en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba y otras pertenecen a coleccionistas particulares. Entre las más destacadas se encuentran Cecilia Valdés, Anacaona, Figuras en la noche, El señor Miguel Humara en el Country Club, Casa Arrechabala, Trapiche colonial, Maternidad campesina y Maternidad obrera. Sus postulados estéticos contribuyeron a la formación de muchos artistas que continuaron su obra tras el triunfo de la Revolución, en 1959.