1.2.1 La obra historiográfica y poética de José Martín Félix de Arrate (1701 – 1765)


José Martín Félix de Arrate constituye sin dudas uno de los autores más relevantes del período. Incursionó con relativo acierto en distintos géneros literarios, entre sus obras se encuentran la tragedia “El segundo robo de Elena”, la “Novela al ínclito mártir San Ciriaco” y “Llave del nuevo mundo, antemural de las indias occidentales. La Habana descripta: noticias de su fundación, aumentos y estado”

1.2.1 (a)En sus textos historiográficos es patente el empleo de un cúmulo notable de información, a pesar de que este es filtrado de acuerdo a sus intereses. Su narración de la conquista española aborda muy de soslayo el tema de la crueldad y el exterminio de los nativos, fenómeno que es visto solo desde una perspectiva económica en tanto hubiese resultado más barato que se reprodujeran las poblaciones aborígenes, en vez de transportar negros desde África. Igualmente al criticar la esclavitud sus argumentos tienen esta misma naturaleza y un matiz ético más diluido.

En sus textos no se evidencian todavía las contradicciones entre insulares y peninsulares que más tarde devendrían antagónicas, y están permeados de un tono laudatorio hacia las autoridades representativas de la Corona Española a las que generalmente van dirigidas; sin embargo Arrate enaltece las virtudes y exuberancia de la tierra, se detiene en la descripción de frutos y rasgos autóctonos de la naturaleza y se refiere ya a “nuestra patria” desde un ángulo emotivo. Lo más destacado en este sentido son sus indagaciones etológicas sobre los criollos, a los cuales caracteriza y alaba de un modo que recuerda – en puridad anticipa- el contenido de “Vindicación de Cuba”, de José Martí.

En el aspecto formal su escritura rompe con el barroco y se adelanta en algunos años al neoclasicismo, no obstante al estilo desaliñado, como el mismo autor lo calificara en la dedicatoria de “Llave del nuevo mundo…”. Su obra poética –ignota en la mayor parte, excepto los textos que aparecen en el cuerpo de otras obras- no alcanzó giros singulares pero merece ser reseñada dentro de la época y exigua vida literaria del país. El siguiente soneto aparece como colofón de la obra historiográfica citada:

“Aquí suelto la pluma !oh patria amada,
Noble Habana, ciudad esclarecida!
Pues si harto bien volaba presumida,
Ya es justo se retire avergonzada.

Si a delinearte, patria venerada,
Se alentó de mi pulso mal regida,
Poco hace en retirarse ya corrida,
Cuando es tanto dejarte mal copiada.

Mas ni aun así ha logrado desairarte;
Pues si tanto hijo tuyo sabio y fuerte
En las palestras de Minerva y Marte

Te acreditan y exaltan, bien se advierte
Que donde han sido tantos a ilustrarte,
No he de bastar yo solo a obscurecerte.”

En síntesis, sus textos constituyen fuentes documentales primigenias (avaladas además por el empleo de otras muchas, algunas de las cuales se desconocen en el presente) para reconstruir la historia de la más temprana etapa colonial. Muchos pensadores y literatos posteriores desarrollarían con mayor profundidad ideas que ya estaban patentes o latentes en el corpus historiográfico de Arrate, por lo que puede considerarse un precursor en este sentido.

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