1.3 Evolución y Panorama Histórico del Teatro en el Viejo Continente hasta el Siglo XIV


El teatro nacido en Grecia en el Siglo VI (a.n.e.), continuó su evolución con el florecer de la comedia, la cual se desarrolló hacia la mitad del siglo V (a.n.e.).

Ésta poseía una estructura muy celada, emanada de los antiguos cultos de la fertilidad. La fusión de ataques satíricos a personalidades públicas del momento, chistes escatológicos atrevidos y parodias aparentemente sacrílegas de los dioses, eran la base de su comicidad.

En el siglo IV (a.n.e.) la comedia había suplantado a la tragedia como forma imperante. Las más antiguas que se conservan hoy en día son las escritas por Aristófanes.

Como resultado de las conquistas de Alejandro III el Magno, la cultura griega se difundió, y emergió por esas fechas un tipo de comedia local, llamada nueva; debido a que las comedias literarias y las tragedias filosóficas, pasaron a ser poco adecuadas. El gran autor de comedias nuevas, fue Menandro, del cual la única obra que se conserva completa es El misántropo.

En ese siglo, se construyeron recintos teatrales griegos permanentes hechos de piedra, algunos de los cuales han llegado hasta nuestros días. Las representaciones teatrales se realizaban al aire libre, en teatros descubiertos.

Teatro en el Viejo Continente hasta el Siglo XIVEl edificio en el centro y abajo, estaba conformado por una plataforma elevada y circular para cantar y bailar llamada orchestra, con el thymele (plataforma circular) situado en el centro, en la que se situaba el coro; y detrás, se encontraba el proskenion o escenario, un estrado largo y bajo en el que se actuaba. El público se sentaba en unas galerías en forma de semicírculo y escalonada, divida en sectores y denominadas kóilon o théatron. La capacidad con que contaban estos espacios era para un total de entre quince mil y veinte mil asistentes.

Tras el proskenion se hallaba el skené, amplia construcción rectangular, la cual representaba casi siempre la fachada de un palacio. Detrás del skené se situaban los cuartos o camerinos, para el uso de los actores.

Los títeres también tuvieron su lugar en esta nación, donde actores humildes y menudos hacían reír a un pequeño grupo de familias ricas y selectas. Los títeres eran conocidos como neuropastas, eran accionados por intestinos de animales disecados a manera de hilos. Constituyeron una diversión doméstica sólo para algunos. Se conoce que el famoso titiritero, Photino, viajó por todo el país ofreciendo funciones. Generalmente los títeres eran marionetas.

En la antigua Roma, el teatro no tiene sus orígenes en las festividades religiosas como en Grecia, aunque en los inicios las representaciones estaban ligadas a festivales religiosos. Pronto se transformó en un entretenimiento, debido al aumento de la realización de festivales; siendo la comedia la forma más popular. Se ejecutaban piezas muy breves, conocidas como farsas, eran obras cómicas o bufonescas, sin texto escrito, que se burlaban de los vicios y costumbres de la época. Las mismas incluían cantos, diálogos y danzas, carecían de valores artísticos y estaban destinadas a la diversión.

Entre los tipos de farsas que existieron encontramos las atelanas, en las que los actores usaban máscaras con expresiones fijas. El mimo, procedente de Grecia, en el que intervenían dos personajes principales y usaban máscaras, uno vestido de blanco y el otro de harapos. Esta variante fue muy popular, en ella se les permitió a las mujeres actuar; la expresividad era lograda por medio de las manos, el rostro y el cuerpo. Con el prescindió de la palabra y dio lugar al surgimiento de la pantomima.

Las comedias empezaron a ponerse de moda alrededor del Siglo II, específicamente en el año 300 (a.n.e.), llegando a tener mayor éxito que en Grecia. Es entonces que emergieron autores cómicos, entre los que se destacaron Plauto y Terencio, cuyas obras eran adaptaciones de la comedia nueva griega y se basaban en una intriga de carácter local. Se hizo frecuente tomar dos argumentos diferentes de comedias griegas y fundirlos en una sola, proceso conocido como contaminatio.

Las tragedias, por su parte, partían de los modelos griegos, sin la utilización del coro. Las había de ambiente romano y griego; la comedia romana se destinaba más bien a la lectura en algunos círculos de patricios.

Los edificios teatrales de Roma, se construían de madera, en ocasión de alguna festividad, y luego eran derribados, lo que sucedía a veces con los de piedra y mármol. Las presentaciones teatrales también se efectuaban en teatros al aire libre. Estos hicieron reformas en el escenario, tales como reducir el espacio de la orquesta para cantar y bailar, convirtiéndose en un semicírculo. Los elementos que componían el escenario eran tres puertas situadas al fondo, con el objetivo de dar la impresión de que la obra tenía lugar en una calle romana y su decorado era mínimo y sugerente.

En las postrimerías del Siglo II, algunos espectáculos como las luchas de gladiadores, se hicieron más notorios que el teatro, aunque para los romanos, eran una forma de teatro. Los luchadores interpretaban famosas batallas de la historia, con una trama superficial, vestuario y decorados.

En el siglo I, el interés del público por la tragedia había decaído, por lo que se escribían obras para ser recitadas o leídas y no representadas. Entre ellas se conocen las de Séneca, fundamentadas en mitos griegos, aunque tendían a destacar los aspectos sobrenaturales, la violencia sangrienta y la pasión obsesiva más propias del melodrama.

Por esta fecha, se comenzaron a construir teatros permanentes, el más conocido fue el Pompeyo, fundado en el año 55 (a.n.e.). En la ciudad de Roma, solamente existían tres teatros, los cuales a diferencias de los griegos se levantaban en lugares llanos. En los espacios romanos, el área destinada al coro, cuya función era ya insignificante, fue disminuida a un pequeño semicírculo. En la orchestra no se representaba, sino que servía de asiento a los senadores y otras figuras importantes. Se construyeron edificios independientes, posibilitado por el arco como elemento arquitectónico.

Los títeres eran una diversión callejera y con frecuencia los titiriteros sufrían cárcel o destierro, si en sus espectáculos hacían alguna alusión a la política. Llamados pupa, pupae o sigilla, los títeres romanos eran hechos de barro, madera o marfil. Los mismos reproducían a los personajes enmascarados de las farsas atelanas.

Las representaciones teatrales en Europa, se extinguieron con la caída del Imperio romano, en el año 476 (d.n.e.). Sólo los artistas populares, conocidos como juglares y trovadores en el mundo medieval, perduraron y proveyeron un lazo de continuidad.

La actividad teatral resurgió en Europa 500 años más tarde, en el seno de la Iglesia católica romana, en forma de drama litúrgico. Se realizaban con frecuencia festivales, organizados por la Iglesia, que tenían un marcado carácter pagano y popular, muchos de los cuales tenían elementos teatrales; con el objetivo de ampliar su influencia.

Entre el año 400 y el 1500 (d.n.e.), las autoridades eclesiásticas se sirvieron del teatro para divulgar entre el pueblo las historias de la Biblia y los valores del cristianismo. Los sacerdotes crearon dramas de tema religioso, llamados autos sacramentales o misterios.

Los adornos antifonales, conocidos como tropos, en el siglo IX, fueron incorporados a los complejos elementos musicales de la misa. Poco a poco la ceremonia se convirtió e una representación en la que los sacerdotes, recitaban y cantaban el texto e interpretaban los papeles de Jesús, la Virgen, los ángeles y otros. Del año 925, encontramos el origen del drama litúrgico, con un tropo pascual de tres versos con un diálogo entre las tres Marías y los ángeles en la tumba de Cristo.

El drama litúrgico se desarrolló a partir de varias historias bíblicas en las que actuaban monaguillos y jóvenes del coro. Muchas historias bíblicas temáticamente relacionadas se representaban como un ciclo. Estas obras eran conocidas por varios nombres, obras de Pasión, milagros o loas, entre otras.

En los comienzos, se empleaban las vestiduras propias para la celebración de la misa y las formas arquitectónicas de la iglesia como decorado. Después se organizó de modo más formal, se dividió el escenario en mansión (pequeña estructura escénica, que sugería de forma emblemática un lugar en concreto) y platea (área frente a la mansión que era utilizada por los actores para la interpretación de la escena). Se construían las mansiones alrededor de la nave central del templo.

El drama medieval no siempre mostraba tensión y conflicto, su intención era dramatizar la salvación de la humanidad. Las obras eran episódicas y su acción tenía lugar en periodos de tiempo que abarcaban miles de años.

En el siglo X, los diferentes ritos eclesiales posibilitaban la representación dramática. La misa misma no estaba lejos de ser un drama y algunas festividades como las procesiones del Domingo de Ramos, se celebraban con actividades teatrales.

La primera pieza teatral española que se conoce se denomina, El Auto de los Reyes Magos, de la cual sólo se conservan 147 versos y pertenece al Siglo XII. En el Siglo XIII, se prohibió representar dentro de la Iglesia, debido a que el drama litúrgico comenzó a incorporar elementos de la vida cotidiana, apartándolo de la solemnidad de la misa. Este pasó a ser representado al patio interior fuera del templo.

En este período aparecieron los milagros, una nueva forma del teatro sacro. Estaban basados en la vida de los santos, con mayor frecuencia su nudo se centraba en escenas tomadas del Antiguo y el Nuevo Testamento; incluían elementos realistas y bufonescos, y su personaje principal era el Diablo o Demonio. Entre sus autores encontramos al francés Jean Bodell y al alemán Rutebeuf.

Los milagros se representaban durante la Pascua y en otras fechas de especial significado religioso. Luego, aunque estaban patrocinados por la Iglesia, eran representados por los artesanos. Adquirieron una estructura formal definida a finales de este siglo o principios del XIV.

Los misterios, también llamados obras de Corpus Christi (por ser esta la celebración en que se representaban) partían de los milagros, pero representaban la vida de Cristo; es la modalidad que mejor caracteriza al teatro medieval. Al igual que los milagros, eran representados por los artesanos en las plazas los días de ferias comerciales. La trama solía comenzar en el mismo momento de la creación del mundo. El misterio completo, a veces, consistía en treinta o cuarenta dramas separados, y cada uno trataba sobre un momento de la vida del protagonista. Podía representarse en un escenario móvil o estático.

Luego la Iglesia rechazó nuevamente al teatro y para no perder sus beneficios, trasladó las representaciones hacia el exterior del edificio, por lo que las obras comenzaron a interpretarse en las plazas de mercado de las ciudades o en carretas que podían trasladarse de una localidad a otra.

Los juegos surgieron en el Siglo XVIII, eran llevados a escena por asociaciones laicas llamadas puys. Uno de sus autores más destacados fue Adam de Halle. Este era un género cómico que se burlaba del campesino y del comerciante.

En el siglo XIV, el teatro se independizó del drama litúrgico, para representarse fuera de las iglesias especialmente en la fiesta del Corpus Christi y evolucionó en ciclos que podían contar con hasta 40 dramas. Estos eran producidos por toda una comunidad en un período de entre cuatro o cinco años.

Las representaciones podían durar de dos días a un mes. Los intérpretes eran aficionados y analfabetos, de ahí que las obras se escribían en forma de copla de fácil memorización. Las obras estaban llenas de anacronismos, de referencias locales y de tópicos; el vestuario y el atrezo eran los propios de la vida de la época. Los hechos realistas eran llevados a escena con la mayor autenticidad posible. Presentaban un contenido religioso, aunque eran vistos como una vía de entretenimiento.

Se empleaban varias formas básicas de puesta en escena, en Inglaterra y en España, las carrozas fueron las más usuales, es decir, era un escenario móvil. Los actores trabajaban sobre el carro y sobre la platea construida a tal efecto en la calle o sobre alguna plataforma anexa; técnica empleada en España con pequeñas diferencias. En Francia, los escenarios eran simultáneos, se hacían varias mansiones una al lado de la otra, y se levantaba una plataforma.

Una forma tardía y mucho más moderada del teatro sacro medieval fue la moralidad, que brotó entre los Siglos XIV y XV. La misma estaba basada en la alegoría. Su protagonista era el Pecado, otros personajes- ideas eran la Avaricia, la Pobreza o la Maldad. Eran realizadas fuera del control de la Iglesia, en los gremios de artesanos, institución importante de la Edad Media. Constituyeron el antecedente de lo que se convirtió con el tiempo en España en un género dramático, el auto sacramental.

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