3.7.5 El quehacer en la crítica literaria de Diego Vicente Tejera (1848 – 1903)


Diego Vicente Tejera residió durante su juventud en varios países de América y Europa: Puerto Rico, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Bélgica, Alemania, España, Venezuela, México y otros, lo que le permitió conformar un cúmulo de vivencias e información política y cultural que contribuirían a su desempeño como crítico literario; aunque no se consagró a esta función, si legó juicios balanceados y dignos de atención por su agudeza.

En su texto “Un poco de prosa”, de 1895, trata de definir las fronteras entre la novela romántica y la naturalista –también la denomina realista- y plasma interesantes disquisiciones que, si bien imprecisas, contribuyeron a esclarecer el significado de ambas corrientes; sobre todo al papel que el positivismo y en sentido general los hallazgos científicos, estaban llamados a desempeñar en la novela naturalista, sin que por ello estuviera ausente de ella la imaginación creadora.

Tejera también se refirió a Cecilia Valdés, pero sopesó adecuadamente sus valores y de toda la narrativa cubana, exagerando un tanto pues se proponía dar respuesta a un juicio al parecer no malintencionado de Benito Pérez Galdós, a quien la lectura de la obra de Cirilo Villaverde le había inspirado el comentario de que no pensaba que en Cuba pudiera escribirse cosa tan buena.

Un sesgo que opaca un tanto la obra de Tejera, que se manifiesta en este y otros textos, es la subvaloración de la literatura española. Arremete contra Antonio Hernández Grillo y otros contemporáneos suyos, al parecer el propio trasfondo ideológico separatista del autor condicionaba inconscientemente sus juicios literarios.

En su artículo “Les Dames de Croix – Mort”, introdujo algunas concepciones que arrojaron luz sobre la relación entre literatura y realidad, manejada de distinto modo por los credos estéticos vigentes, ello sin considerar ninguna tendencia coexistente superior a la otra sino como modos de realización del hecho literario. Su estilo no siempre es identificable pero sí se caracterizó por la claridad, la concisión y una actitud bastante mesurada al emitir valoraciones en este complejo campo.

Su escritura política -tanto independentista como promotora del socialismo- y sus textos literarios y de crítica propiamente, aparecieron publicados en diversos medios de la época, tanto en Cuba como en el extranjero, entre los cuales cabe citar: “La Abeja Recreativa” y “El Ramillete”, España; “La Verdad”, Órgano de la Junta Revolucionaria de Nueva York; “El Ferrocarril” y “Revista Veracruzana”, México; El Triunfo, La Habana Elegante, El Porvenir, Revista de Cuba, El Tábano, El Fígaro, en Cuba.

El pintor Jorge Arche Silva (1905 – 1956), sus aportes a las Artes Plásticas cubanas
La obra plástica de Enrique Caravia y Montenegro (1905 – 1992)
Wilfredo Oscar de la Concepción Lam y Castillo (1902 – 1982), la trascendencia de su obra plástica
El escultor Teodoro Ramos Blanco (1902 – 1972), su obra
La obra plástica de Gumersindo Barea y García (1901 – ?)
El pintor Carlos Enríquez Gómez (1900 – 1957), un exponente imprescindible de las artes plásticas cubanas
La obra del escultor Juan José Sicre y Vélez (1898 – ?)
La obra del pintor y arquitecto Augusto García Menocal y Córdova (1899 – ?)