4.2.3 La obra narrativa de Miguel de Carrión (1875 – 1929)


Aunque fue más conocido como novelista, sobre todo por sus obras “Las Honradas” y “Las Impuras”, Miguel de Carrión también tuvo una trayectoria narrativa, que se inició con la publicación de “La última voluntad”, en 1903. Este texto está integrado además por las piezas “El doctor Risco”, “En Familia”, “De la Guerra” e “Inocencia”, en las que anticipa algunas cuestiones humanas y sociales presentes a lo largo de toda su narrativa.

En estos textos, aunque con el hilo directriz dado por la relación del hombre con su medio, se manifiestan preocupaciones éticas de diversa índole, en “El doctor Risco”, verbigracia, ahonda en el estilo de vida de ciertos sectores sociales, sin tener todavía presente las divisiones de clase. En “La familia”, saca a la luz las primeras elucubraciones con respecto a la honradez femenina, tópico iterativo en su producción novelística.

En 1912 aparece su relato “Un pedazo de alma”, todavía de corte romántico, aunque su evolución autoral incluiría cierta contrastación entre los ideales propios del romanticismo y los cauces realistas e incluso naturalistas que había tomado la narrativa en Europa, desde este punto de vista y también en cuanto al sustrato lingüístico de sus producciones, se mostró más afín a la literatura española que a las corrientes propiamente criollas.

En 1924 publica el relato “Nochebuena”, sujeto un tanto a los cánones del folletín de cierto tinte melodramático, muy del gusto popular; sin embargo en esta logra aproximarse al carácter tipo del burgués y por extensión a la axiología de esta clase social, con un adecuado tratamiento del trasfondo republicano en cuanto a situación política y social.

Su estudio de los fenómenos sociales a través de herramientas literarias, muestra una pretensión cientificista que encontró ciertos asideros en la filosofía, sobre todo en las obras de Comte, Schopenhauer y Nietzche. El universo femenino y la naturaleza de la sexualidad fue un tema que abordó tanto en su producción narrativa y novelística como en sus estudios pedagógicos, en que le preocupó especialmente las posibilidades de la mujer para acceder a la educación.

Textos suyos, tanto propiamente literarios como de corte pedagógico o propios de su profesión médica, fueron publicados en variados espacios de prensa de la época, entre los que cabe citar: “La edad de oro”, que fundó junto con Félix Callejas, “Azul y Rojo”, “El Fígaro”, “Cuba Contemporánea”, “Letras”, “La Discusión”, “La Noche” , “La Lucha” y “Heraldo de Cuba”, entre otros.

El pintor Jorge Arche Silva (1905 – 1956), sus aportes a las Artes Plásticas cubanas
La obra plástica de Enrique Caravia y Montenegro (1905 – 1992)
Wilfredo Oscar de la Concepción Lam y Castillo (1902 – 1982), la trascendencia de su obra plástica
El escultor Teodoro Ramos Blanco (1902 – 1972), su obra
La obra plástica de Gumersindo Barea y García (1901 – ?)
El pintor Carlos Enríquez Gómez (1900 – 1957), un exponente imprescindible de las artes plásticas cubanas
La obra del escultor Juan José Sicre y Vélez (1898 – ?)
La obra del pintor y arquitecto Augusto García Menocal y Córdova (1899 – ?)